InicioEntrevistasLuis Llosa y su Encuentro de Culturas: “¡Aquí comenzó todo!”

Luis Llosa y su Encuentro de Culturas: “¡Aquí comenzó todo!”

En los últimos años, Luis Llosa reparte su tiempo a partes iguales entre su natal Perú y República Dominicana, donde tiene un apartamento en Juan Dolio, en el que nos recibe para esta entrevista, en la que le pedimos nos cuente sus últimos proyectos, todos muy ligados al cine y la historia de nuestro país.

Luis Llosa se confiesa “aplatanado” desde que en los años setenta se mudó a República Dominicana a trabajar en el rodaje de la película Pantaleón y las visitadoras, escrita por su primo, Mario Vargas Llosa (Premio Nobel de Literatura 2010). Luego vino Sorcerer, un remake del clásico del cine francés El salario del miedo, dirigido en dominicana por William Friedkin, el célebre realizador de French Connection y El Exorcista, para quien un joven Luis Llosa hizo las veces de asistente de dirección y traductor.

Tras esas experiencias juveniles en Dominicana, “Lucho” hizo carrera en Hollywood, dirigiendo estrellas de la talla de Sharon Stone, Sylvester Stallone y James Woods en El Especialista; Jon Voight, Owen Wilson, Ice Cube y Jennifer López en Anaconda; para tiempo después, otra vez en Dominicana, dirigir a Isabella Rossellini, quien interpretó al personaje de Urania en la versión fílmica de La fiesta del Chivo, película basada en la vida de Leónidas Trujillo.

Los dos últimos años, signados por la pandemia, Lucho logró –contra viento, marea y COVID– producir y dirigir dos largometrajes dominicanos: Dueños del tiempo partes 1 y 2, películas familiares de aventuras, que buscan, además, aportar al público un elemento cultural y didáctico, basado en la historia de nuestro país.

“Son películas –nos explica– que hicimos en el marco de la Ley de Cine, con el auspicio del Banco Popular”, con un elenco y técnicos en su mayor parte dominicanos, destacando la figura de José Guillermo Cortines en el rol protagónico. Ambas películas se encuentran actualmente en etapa de posproducción, terminando el gran número de efectos especiales que han requerido ambas historias, que pronto veremos en las pantallas de los cines.

Pero las dos películas Dueños del tiempo tienen un componente adicional, estrechamente ligado a Encuentro de culturas, un proyecto de museo vivencial de la historia dominicana que Lucho está tratando de sacar adelante en nuestro país desde hace algún tiempo.

LUIS LLOSA DIRIGIENDO

¿Por qué un museo de historia dominicana?

Hay diversos que se ocupan ya de aspectos de nuestra historia.
En Dominicana hay varios museos, por supuesto, algunos con propuestas interesantes, pero creemos que se ocupan de la historia de manera parcial. No existe uno que le rinda homenaje de manera integral al hecho de que aquí empezó todo, en especial lo que hoy explica la cultura latinoamericana en su conjunto. Encuentro de Culturas –es así como llamamos a nuestra propuesta– pretende ser emblemático en ese sentido y con una tónica “vivencial”. Es decir, llevar a los visitantes no a mirar vitrinas o gigantografías, sino a ser testigos directos de los principales hechos históricos que dieron forma a la cultura y espíritu dominicanos.

¿Y cómo se logra eso?
Con tecnología multimedia de última generación, montada en escenografías que reproducen los escenarios reales donde ocurrieron los hechos. Hace unos años, en Perú hicimos dos experiencias similares: el Museo Metropolitano de Lima, que cuenta los diez mil años de historia de la capital del Perú, a través de 36 salas interactivas. Y la casa museo Mario Vargas Llosa, en la ciudad de Arequipa, donde el público asiste a los momentos más importantes en la vida del escritor, desde que era niño, hasta que recibe el premio Nobel el 2010.

¿A qué se refiere exactamente con “tecnología multimedia”? ¿Proyecciones de video?
No solo eso. Las proyecciones se han convertido en un elemento muy presente en las propuestas culturales, pero nosotros las llevamos mucho más allá. Tanto en el tamaño y definición de las imágenes, como en su integración a las escenografías que construimos, que además incluyen hologramas de gran formato, personajes animatrónicos, sonido envolvente, todo integrado en una narrativa propia del cine: entretenida, emotiva, que convierte a cada visitante en un testigo directo de la historia.

Es participativo
Exacto. Y conecta especialmente bien con las nuevas generaciones. Usualmente los chicos huyen de los museos; los asocian con estar aburridos durante horas, pero en el caso de los museos que hacemos nosotros, es totalmente lo contrario. Son los jóvenes los que más disfrutan la experiencia, que –al tratarse de un museo– tiene un altísimo componente cultural y didáctico.

Eso le iba a preguntar. ¿La emoción no diluye la información?
Al contrario, la fija en nuestra memoria de forma permanente. Es el complemento perfecto para lo que aprendemos en las aulas o los libros. En Perú, los principales interesados en llevar a sus estudiantes a los museos que hemos desarrollado son los maestros, que han entendido perfectamente el valor didáctico y de motivación que tienen nuestros recorridos museográficos, que planificamos con la ayuda de historiadores de gran reputación, que garantizan el rigor académico y científico de todo lo que ahí aparece. En el caso de Dominicana hemos tenido conversaciones con profesionales de la talla de Frank Moya Pons, José Chez Checo, Manuel García Arévalo, Fernando Vega, entre otros. Todos han mostrado mucho interés.


¿Y cuándo podremos ver “Encuentro de culturas” en Dominicana?
Gracias a la filmación de Dueños del tiempo contamos ahora con las recreaciones históricas audiovisuales necesarias. La trama de ambas películas gira alrededor de Rafael, el personaje que interpreta Memo Cortines, que viaja en una máquina del tiempo a los momentos más importantes de la historia dominicana, acompañado por un grupo de niños. Esas recreaciones, como la vida de los taínos, la llegada de Colón, la rebelión de Enriquillo, el sermón de Montesino, entre otros muchos, pero ya sin el elemento de ficción de las películas, formará parte del recorrido vivencial de Encuentro de culturas.

Lo que estamos buscando ahora son dos cosas: el local para el museo y la inversión para la implementación técnica del recorrido. Para ello, nos hemos reunido con diversas autoridades, comenzando por el presidente Abinader, a quien el proyecto le entusiasmó mucho, al igual que a su ministra de Cultura, Milagros Germán. También le interesó a la alcaldesa de Santo Domingo, Carolina Mejía, para quien Encuentro de culturas debería convertirse en el Museo Metropolitano. Conversamos también con Carlos Andújar, director de museos, y Carlos Guzmán, asesor del presidente en temas de museos. Sin embargo, a la fecha, no tenemos un local definido, ni la financiación.

LUIS LLOSA EN JUAN DOLIO

Algunos lugares se habrán barajado.
Cómo no. Por ejemplo, el antiguo local que tiene la Universidad Autónoma de Santo Domingo, UASD, en la esquina de la calle Las Damas con la calle El Conde, podría ser perfecto, tanto por su ubicación, el corazón de la Ciudad Colonial, como por la afluencia de público, tanto dominicano como turistas de todas partes del mundo, que hoy por hoy echan de menos una propuesta de este tipo. Suena duro decirlo, pero la museografía clásica ya se siente como de otro siglo, el público actual, tan dado a las redes sociales, busca mucho más. Otro local que consideramos, sugerido por la ministra de Cultura, es el Museo Nacional de Historia y Geografía, en la Plaza de la Cultura. Es un local muy bueno, con muchas de sus salas vacías que podríamos utilizar. Es decir, se ha avanzado a nivel de conversaciones, pero falta la decisión política de llevarlo a cabo y debe ser el Estado quien lidere un proyecto de este tipo, ser la locomotora que convoque también a la empresa privada para lograrlo. Sabemos que el presidente Abinader está interesado en ampliar y modernizar la oferta museográfica de República Dominicana.

Y respecto del otro tema, de la implementación técnica.
Como mencioné antes, un recorrido museográfico vivencial como el que planteamos nosotros, requiere de escenografías, en muchos casos escenografías con elementos electromecánicos, además de proyectores, bocinas, iluminación, hologramas, sistemas de automatización, pantallas, televisores, señalética, todo un arsenal tecnológico, que es el que crea la magia. Nuestro estimado inicial para esto es de cuatro millones de dólares, una cifra que escapa un poco a los presupuestos públicos, sobre todo ahora que vivimos una austeridad pospandemia. Es por eso que digo que es necesario que el gobierno lidere una convocatoria a la empresa privada para obtener y complementar recursos.

¿A través de auspicios?
Hay diferentes maneras. En Perú, al cumplirse los cien años del descubrimiento de Machu Picchu, se planteó una gran celebración multimedia a la que fuimos convocados. Pero el gobierno no tenía el dinero, así que lideró una campaña de financiamiento privado. Y en poco tiempo se logró. Creo que fueron dos millones de dólares, aportados por grandes empresas peruanas, comprometidas con la cultura, con asociar su imagen a un evento de primer nivel, como el que finalmente pudimos llevar a cabo. Algo similar se podría hacer aquí en relación a Encuentro de culturas, pero es indispensable que el gobierno tome la decisión y asuma el liderazgo.

“No existe en Dominicana un museo que le rinda homenaje de manera integral al hecho de que aquí empezó todo”.

Cuatro millones de dólares es una suma considerable.
Pero un proyecto tan emblemático como éste lo amerita y en un país con la afluencia de turismo que se tiene, lo necesita. Un museo de estas características, bien gerenciado por un patronato público-privado, puede convertirse en un polo de desarrollo e intercambio cultural de primer nivel, generando sus propios recursos a través de las entradas, de los souvenirs, de la cafetería, de las exposiciones temporales, de las charlas, de los cursos. A la vez de dar empleo y dinamismo a la zona donde abra sus puertas. La muestra Tovar Inmersivo ha demostrado que cuando al ciudadano se le ofrece algo distinto, acude masivamente.

Una vez que se concrete el local y el presupuesto para la implementación técnica… ¿En cuánto tiempo podría estar listo?
Alrededor de nueve meses, calculamos. La ventaja es que el equipo profesional con el que trabajo tiene mucha experiencia en estos temas y además, gracias a Dueños del tiempo, ya contamos con las recreaciones históricas.

“Un proyecto de museo, tan emblemático como este, en un país con la afluencia de turismo que tiene, lo necesita”.

Lleva tiempo intentando sacarlo adelante…
¡Así es! Mire, en el Perú hicimos estos proyectos alrededor de un premio Nobel y de la historia de Lima, la capital del país. Pero en el caso de República Dominicana, la envergadura sería mucho mayor. Aquí no sólo hablamos de la historia de isla La Española, sino de la historia de todo el continente. América nació aquí. No en en México, ni en Colombia, ni en Estados Unidos, ni en Perú. Repito, aquí comenzó todo. Aquí está la primera calle, la primera catedral, el primer cabildo, la primera universidad; aquí ocurrió la primera rebelión contra el poder español. El descubrimiento de América, el momento que marcó el fin de la Edad Media y el inicio de la Era Moderna fue aquí, en Dominicana. Es algo cuya trascendencia sigue viva, plenamente vigente. Una trascendencia que bien merece un museo que la conmemore con las herramientas con que contamos ahora.

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