Fotos: Agencia EFE, El Confidencial y Fuente externa
¿Qué sería de la vida sin amor? Sí, sin ese elevado y maravilloso sentimiento que trasciende fronteras, multitudes, culturas y nos impulsa a realizar grandes e insólitas hazañas en su nombre. Mucho se ha escrito sobre este, pero él siempre encuentra la manera de reinventarse y hacer surgir grandes historias que merecen ser contadas. Entre ellas destaca la de los reyes de Bután: Jigme Khesar Namgyel Wangchuck y Jetsun Pema, protagonistas de un amor de poco más de una década que ha revolucionado todo un país, produciendo grandes cambios en las costumbres más arraigadas y en la misma monarquía.
Su historia no es de las comunes, pero si una fascinante y cautivadora. La pareja se conoció durante unas vacaciones en que las familias de ambos coincidieron. Jetsun Pema era solo una niña y el entonces príncipe era un jovencito de 17 años. Este encuentro mágico fue la génesis de un amor que se gestaría y quedaría consumado 14 años después.
Transcurrieron once años de aquel primer mágico encuentro, ambos seguían solteros, prendado el uno del otro. Jetsun era una estudiante destacada de las mejores escuelas secundarias de la India. No pasaba inadvertida, era una joven de poses elegantes, de una auténtica belleza, ataviada con sedas de colores vibrantes, hermosa cabellera negra adornada con flores y de mirada penetrante. Mientras que, Jigme Khesar Namgyel Wangchuck era un joven apuesto, egresado de la Universidad de Boston en los Estados Unidos y de Oxford, universidad en el Reino Unido. Sin duda alguna, uno de los solteros más codiciado de Bután, un país del sur de Asia ubicado en la cordillera del Himalaya, denominado el país de la felicidad.
De alguna manera Jetsun Pema estaba destinada para casarse con el rey Jigme Khesar Namgyel Wangchuck, quien se convirtió en uno de los reyes más jóvenes del mundo en el 2006 al retirarse su padre, el rey Jigme Singye Wangchuck. Ella ya cargaba en sus hombros una gran responsabilidad, aquel amor secreto que se gestaba en ella la impulsaba a prepararse y exigirse ir a la par del hombre de sus sueños.
La inspiradora pareja tomó la decisión de comprometerse y sellar su amor el 13 de octubre del 2011, en una emotiva celebración durante tres días en las que no faltaron los detalles e hicieron partícipe de la idílica ceremonia a los habitantes de la ciudad de Punakha, esta iniciativa tuvo como finalidad acercar la monarquía al corazón del pueblo.
Un amor que ha dado frutos
El pequeño reino del Himalaya ha sido de testigo del amor, el respeto y la fidelidad que sus jóvenes y modernos reyes se profesan. Luego de cinco años de unión y crecimiento matrimonial nació el príncipe heredero, Jigme Namgyel, 5 de febrero de 2016. En ese histórico día en que se estrenaban como padres y aseguran el reino con el naciente príncipe heredero, los reyes aseguraron: «Nuestra felicidad no conoce límites al anunciar el nacimiento de su alteza real el Gyalsey».
Y para complementar su felicidad, cuatro años más tarde le dieron la bienvenida a su segundo bebé Jigme Ugyen, el 19 de marzo 2023 en el mismo palacio Lingkana en Thimbu. Desde entonces, es habitual ver las tiernas imágenes de la familia real de Bután en las redes sociales, donde comparten memorables momentos familiares y actividades oficiales.
El reino de la felicidad se transforma
El encantador reino de Bután es considerado el país de la felicidad, gracias a su método tan particular de medir el desarrollo de sus habitantes, utilizando el indicador La felicidad nacional bruta (FNB) o felicidad interna bruta (FIB) el cual que mide la calidad de vida en términos más holísticos y psicológicos que el producto interno bruto (PIB) o indicadores económicos.
Sus reyes gozan de una gran popularidad por la trasformaciones que vienen realizando en el pequeño país, entre ellas sus esfuerzos por fortalecer las relaciones diplomáticas de Bután con otras naciones y la implementación de un nuevo Sistema Nacional Digital de Identidad, una tecnología de vanguardia para proporcionar a los ciudadanos credenciales de identidad y mayor control sobre su información personal, según comunican en sus medios oficiales. Además, entre los cambios impulsados, en la actualidad hacen uso de las plataformas digitales para comunicar las acciones de la monarquía rompiendo con el tradicional hermetismo oficial.
Una renuncia por amor
Según las tradiciones de Bután, el rey podría tener varias esposas. Sin embargo, este renunció a la poligamia, gracias a la petición de la reina Jetsun Pema de que no continuara esa costumbre. Este, más que un simple gesto de amor y renuncia constituye otros de los importantes cambios que le han dado un toque de modernidad a la monarquía de este país asiático.
