“La cultura dominicana en la ciudad de Nueva York necesita tener, quizás, más de su propia voz individual”.
Laurie Cumbo
Sus días se desenvuelven entre manifestaciones artísticas. El arte forma parte de su esencia, no concibe la vida sin la influencia del arte en cada aspecto de la misma. Laurie Cumbo, Comisionada de Asuntos Culturales de la ciudad de Nueva York; una amante de las artes que ha construido una carrera profesional alrededor de expresiones artísticas, una profesional que entiende que el rol fundamental que juega el ingenio humano en la creación de nuevas formas de plasmar en lienzo el testimonio de la propia existencia.
Laurie Cumbo juega un rol importante en el rumbo que vienen tomando las expresiones artísticas en Nueva York. Desde su posición política se adentra en los movimientos sociales y culturales que sientan las bases para la vida social neoyorquina, tomando la diversidad y riqueza cultural que convergen en la Gran Manzana como fuente de inspiración para impulsar nuevas formas de promover los movimientos artísticos que generen impacto social.
Durante su primera visita al país en el marco del cierre de la exposición Tovar Retrospectivo, conversamos con ella sobre arte:
RITMO SOCIAL: ¿Cómo ha sido su experiencia en República Dominicana en esta primera visita?
Laurie Cumbo: Llegamos anoche y tuvimos una oportunidad increíble de ver realmente el corazón y el alma de la cultura dominicana en términos de arte moderno y ver los muchos aspectos que definen las artes dominicanas. La exposición (Tovar Retrospectivo) muestra una perspectiva única del movimiento de arte moderno, porque cuando piensas en este tipo de arte y su movimiento, la República Dominicana no aparece a menudo como una de las principales regiones donde se estaba produciendo esta corriente. Pero esta exposición muestra muy claramente que el país fue una gran parte de la contribución del Arte Moderno, pero no fue adecuadamente documentado.
RS: Está en el arte, la cultura, la política y, entre otros roles, es activista por diversas causas sociales. ¿Cómo encuentra el tiempo para dedicar a tantos intereses políticos y culturales?
LC: Creo que es lo que más me inspira ahora; o más bien lo que siempre me ha inspirado, específicamente, es que quiero mover el arte y la cultura de una manera más centrada que periférica. Y cuando digo en el centro, literalmente significa en el centro de un todo y cómo funciona ese centro con el arte y la cultura en el y todo lo construido a partir de eso. Y así siento que es lo que me pusieron en esta tierra para hacer: tratar de mover el arte.
Y realmente no es que tenga el tiempo para hacerlo. Simplemente duermes y lo respiras, lo haces todo el tiempo, no es algo para lo que encuentras tiempo porque está en tu ADN.
RS: ¿Conocía el arte dominicano previo a esta visita? ¿Cuál ha sido su experiencia?
LC: Voy a decir que no. Y voy a ser perfectamente honesta contigo; dirigí un museo de arte durante 10 años, y era un museo de la diáspora africana. Para mí, Nueva York es un lugar tal que si tengo que pensar en los artistas que se han mostrado en los últimos 10 a 15 años, sería difícil decir quién es dominicano, quién es jamaicano, quién es italiano, y quién es afroamericano, porque en Nueva York puedes entrar en un lugar donde no sea necesariamente una fusión, a menos que esté haciendo una exhibición específicamente sobre la cultura de alguien.

RS: Y basado en su experiencia, tomando como punto de partida el hecho de que en Nueva York vive la población de dominicanos más grandes de Estados Unidos. ¿Cómo influyen las expresiones artísticas y culturales de los dominicanos en la cultura neoyorquina?
LC: ¡Wow! Diría que no puedes pensar en la ciudad de Nueva York y no pensar en la cultura dominicana. La cultura dominicana se ve en toda la ciudad en formas y lugares que probablemente das por sentado todos los días cuando piensas en los lugares de culto, pasas caminando y ves la bandera dominicana afuera, cuando caminas por las calles, ves y escuchas a los dominicanos, su música; entonces ves todas las influencias culturales que la comunidad dominicana trae a la ciudad de Nueva York. Creo que NY no sería tan vibrante, tan emocionante y tan rica culturalmente si no fuera por las experiencias dominicanas y latinoamericanas en Nueva York, y creo que eso es muy evidente en muchas de las instituciones culturales.
RS: Luego de experimentar de cerca la cultura dominicana, ¿con qué se queda?LC: Con mucho (…) pero podría irme con la sensación de que la cultura dominicana en la ciudad de Nueva York necesita tener, quizás, más de su propia voz individual. O más bien una voz más pronunciada, encontrar formas de trabajar esas intersecciones y conexiones donde la comunidad dominicana está anclada en su voz. Entonces, a veces trabajar en la ciudad de Nueva York, y esto sucede en todos los ámbitos, es que puedes tener una alianza