Fotos: Cirilo Olivares
En la vida, como en los negocios, el propósito es continuar creciendo, expandiendo los horizontes, y asumiendo nuevas y retadoras aventuras; creando experiencias que dejen huellas, que impacten positivamente en las comunidades, e impulsen el desarrollo sostenible de las familias que en ellas habitan. Grupo Alterra ha entendido este concepto.
“Crea la más grandiosa visión posible para tu vida, porque te conviertes en aquello en lo que crees”, una frase de Oprah Winfrey que viene a la mente cuando hablamos de nuestra visionaria de esta edición, Ruth Almonte de Pappaterra, vicepresidenta ejecutiva de Grupo Alterra. Una mujer que se ha convertido en la columna vertebral de un emporio ferretero que hoy se renueva de la mano de las nuevas generaciones de la familia Pappaterra, con SuperMix un concepto que incorpora supermercado y ferretería de manera original y vanguardista.
Educadora innata cuya motivación viene de ayudar a los demás a desarrollar sus capacidades, explotar su potencial y trazarse metas, una tarea que cobra nuevo significado cuando hablamos de su familia, con quienes se ha embarcado en la retadora aventura de continuar expandiendo el negocio familiar. Un desafío que le llena de alegría asumir, guiando a la segunda generación de su familia en la continuidad de un legado construido a base de esfuerzos y sacrificios.
Licenciada en Administración Hotelera con título de la Cornell University y la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, con maestría en la Universidad de Nevada y un MBA en Hotelería, Ruth ha puesto lo mejor de sus conocimientos, por casi dos décadas, en la formación de nuevos profesionales, construyendo una carrera alrededor de una de sus pasiones, la dirección y planificación de proyectos.
Hoy una realidad, SuperMix nace de una idea; una visión. Un proyecto de grado de su hijo Emil Pappaterra, cuyo eje central combina el supermercado, comercio esencial en la tarea de suplir las necesidades básicas de los ciudadanos; y la ferretería, cuya oferta de valor va más allá de suplir artículos ferreteros básicos, lo que representa el crecimiento y evolución del negocio familiar, cuya identidad lleva el sello Pappaterra Almonte.
“Madre, esposa, hija, hermana y amiga”, así se define ella misma, quien entre todos estos roles, encuentra el tiempo para su pasión por el trabajo, para continuar construyendo el futuro de generaciones por venir, a la vez que, acompañada de su familia, crea un espacio completo que invita a disfrutar de una actividad como ninguna otra; una experiencia de compras “que recree los sentidos”.
