Pionera en educación y estimulación temprana con caballos
Karla Vásquez, fundadora de Kapta, ha creado un impacto significativo con su programa de equinoterapia, un innovador enfoque que utiliza caballos para el desarrollo cognitivo, emocional y físico de niños y personas con condiciones especiales. Este proyecto nació de una profunda conexión personal con su hermano, Carlos Alfonso, quien tiene síndrome de Down. Desde temprana edad, Karla buscó maneras de apoyar a niños con necesidades especiales, inspirándose en su amor por los caballos y en la habilidad de estos animales para generar conexiones emocionales poderosas.
“Los caballos no son solo compañeros, son herramientas terapéuticas capaces de transformar vidas”, comenta Karla, refiriéndose a la forma en que estos animales pueden ayudar a mejorar habilidades motrices y cognitivas. El programa, que comenzó como un proyecto terapéutico, ha evolucionado para incluir el programa Equino-Babies, diseñado para bebés desde los cinco meses, que combina la interacción con los caballos y actividades musicales para estimular el desarrollo temprano de los niños.
Uno de los mayores desafíos que enfrentó Karla al establecer Kapta fue la falta de conocimiento sobre las terapias asistidas con caballos. “Educar a los padres ha sido una labor hermosa pero retadora”, menciona, destacando la importancia de transmitir los beneficios de estas intervenciones. A pesar de las dificultades, su pasión por los caballos y su compromiso con el bienestar de los niños la impulsaron a seguir adelante y expandir sus programas.
La metodología de Kapta se distingue de otras terapias asistidas con animales por su enfoque centrado en el uso de caballos como herramientas terapéuticas. La equinoterapia aprovecha las características únicas de los caballos, como su capacidad para establecer vínculos emocionales y su comportamiento intuitivo, para crear un entorno seguro donde los participantes se sientan motivados a interactuar. Karla explica: “La conexión entre el niño y el caballo trasciende las palabras y las emociones conscientes, creando un vínculo emocional que promueve la confianza y el desarrollo personal”. A lo largo de su evolución, Kapta ha ampliado sus servicios para ofrecer una variedad de programas diseñados para diferentes edades y niveles de desarrollo, como el Equino-Babies Matutino y los campamentos de invierno y verano. Próximamente, la fundadora de Kapta planea implementar un preescolar bilingüe que integrará las Actividades Asistidas con Caballos (AAC) como método central de aprendizaje. Esta iniciativa busca fomentar habilidades esenciales como la responsabilidad, la empatía y el trabajo en equipo, creando un espacio donde los niños puedan desarrollar sus habilidades sociales y emocionales de una manera única.
Karla enfatiza que el éxito de estos programas se basa en la relación emocional que se forma entre los niños y los caballos. “Los niños, en su inocencia y falta de experiencias negativas, pueden conectar de manera pura con los caballos, lo que les permite experimentar una sensación de libertad y aceptación”, añade. Esta interacción no solo les ayuda a fortalecer su autoestima y confianza, sino que también les enseña a cuidar y empatizar con otros seres vivos, desarrollando habilidades que serán fundamentales para su vida futura.
La visión de Karla Vásquez para Kapta trasciende los límites de una programa convencional, convirtiéndose en un movimiento que combina el desarrollo académico con el crecimiento emocional a través de la interacción con caballos. Su dedicación a crear un entorno educativo holístico demuestra que el verdadero potencial de los niños se puede alcanzar cuando se les ofrece la oportunidad de explorar sus habilidades de una manera enriquecedora y única.