JOYAS.
Los antiguos Egipcios adoraban el profundo color rojo sangre del granate y hoy día los arqueólogos han descubierto en sus tumbas muchos granates montados en collares y pulseras. El granate también tenía un significado explícitamente religioso para los egipcios. En las estatuas de la poderosa diosa Isis se encuentran cientos de granates incrustados en su correa ceremonial porque el color rojo de la piedra representaba su sangre y, por lo tanto, su gran poder.
En el siglo XVII se comparaba la forma redonda de esta gema roja con las hermosas semillas de la granada, pero esta linda comparación cambió y cien años después se le dio un uso extraño al granate, pues cuando había guerra en la frontera de Casimir, la tribu Hansa, usaba granates en vez de balas pues ellos creían que la piedra color rojo sangre les haría una herida más grave al enemigo que la bala de plomo.
Nos podemos imaginar que los adversarios estarían felices de guardar esos valiosos misiles.
Quizás el granate tuvo su mayor boom en la época victoriana. Las damas de la alta sociedad usaban con mucho orgullo granates en sus juegos de joyería de collares, pulseras, aretes y anillos. Entonces se creía que el tono dramático de la gema les favorecía y que era muy halagüeño al cutis. También se creía que el granate, además de mejorar la belleza de una mujer, tenía el poder de otorgarle la cualidad de constancia y la habilidad de hacer grandes amistades y amistad duradera.
En el campo de la gemoterapia, el granate se utiliza para la meditación y sirve para mejorar las relaciones sociales de una forma positiva. Es la piedra preciosa indicada para tratar las tristezas y melancolías. También es considerado un poderoso afrodisíaco natural activador de la energía sexual.
Los granates rojos son considerados las piedras del amor, la sangre y el furor, la llama y la pasión. Comencemos el año nuevo como un granate, con mucha fuerza y despertemos el guerrero que hay en nosotros. Feliz año y bendiciones.
EDITORIAL.
Gemóloga
