l El Chef es.
Él habla portugués, italiano, francés, inglés, español, holandés, spajudjo africano, vadio africano y está aprendiendo mandarín. Sin embargo, su verdadero talento lo demuestra en la cocina. “Estaba cursando el kindergarten cuando una de esas cosas que marcaron mi vida y mi destino sucedió: cociné”, así comenzó el señor Marqués a narrarnos su historia de vida, mientras nos preparaba un salmón a la chinola en la cocina de su casa.
Y es que mientras Joel crecía en su natal Penacova, Portugal, protagonizó una de las vivencias más satisfactorias. Nos dijo que fue cuando tenía cuatro años, durante su hora de almuerzo: “Cuando estaba en preescolar, nos correspondía ir a la casa a comer al medio día para luego regresar a tomar clases en la tarde. Recuerdo que ese día mis padres estaban trabajando, y mi tía, quien me calentaba la comida en esos casos, no fue por mí. En mi pueblo, todo queda muy cerca, así que llegué a mi casa, que quedaba al lado del colegio, entré y calenté la comida a leña.
Cuando conté mi pequeña aventura en la escuela, mis compañeros y profesores empezaron a llamarme cocinero y desde entonces luché por que esas palabras se hicieran realidad”. Es por esto que desde aquel día, Marqués comenzó a formarse en el área, preparando platos con su madre, guardando recortes de recetas y, poco a poco, fue creciendo en el mundo gastronómico, a base de experiencias.
No fue sorpresa que a la hora de decidirse por una carrera, lo hiciera por la Hotelería. Pero fue tras culminar sus estudios que descubrió una nueva pasión que cambiaría su destino: conocer nuevas culturas. Así que fusionó ambas pasiones y, con el delantal en la maleta y el horno de sus sueños a fuego alto, se dio cita con el mundo, teniendo como primer destino a Holanda. A este le siguió Brasil, Venezuela, Curazao, Jamaica y República Dominicana, donde actualmente reside. Y si bien esta aventura de país en país y de restaurante en restaurante dejó exóticos sazones en su libro de recetas, la interacción con distintas culturas reforzó la entrega de Marqués a la excelencia y el servicio.
“Lo más importante de mi cocina es la atención al cliente y el cuidado de los detalles”. Y con la última gota de teriyaki colocada en el plato, pusimos punto a nuestra entrevista para abrir paréntesis y degustar el plato.
SALMÓN EN SALSA DE CHINOLA