texto Nathalie Hernández fotos Nathalie Hernández y fuente externa
Cuando hablamos de destinos y escuchamos: “Israel”, en lo inmediato nuestra imaginación recurre a templos y lugares religiosos… y sí, es cierto que el mayor números de visitantes acude a “Tierra Santa” para agotar agendas en las que imperan las visitas a estos lugares. Sin embargo, aquí impera la diversidad en lo amplio de la palabra.
Indiscutiblemente, aquel que goza de un espíritu de viajero (más que de turista), siempre busca sumar a su saber desde la vivencia: nuevos conocimientos, datos interesantes y primordiales del modo de vida de sus habitantes, de su historia, en definitiva de la cultura. Para esas almas viajeras, encontrar diversidad es un bien imprescindible. Esa es la justa razón por la que, para estas personas, Israel representa un destino sin desperdicio. Caminar por sus calles, entrar en sus hoteles, mercados, museos, bares, restaurantes, plazas, tiendas… (sin importar por cual de sus ciudades transites), es sumergirte en un océano cultural formado por olas múltiples y un tanto disímiles.
La riqueza gastronómica de este pueblo es eminentemente vasta, resultado no solo de las tradiciones asumidas por los nativos, sinotambién, de las costumbres importadas por la diáspora judía dispersa por el mundo, que ha ido retornando a casa. La culinaria israelí resulta muy interesante e impredecible; gracias a la variedad de especias, frutos, vegetales y al sinnúmero de productos con los que se elaboran platos de sabores únicos e incomparables; ellos hacen de Israel una opción genuina para quienes encuentran magia en el andar gastronómico.
Resulta placentero, saber que en la gran mayoría de sus restaurantes encuentras el mismo menú que degusta con regularidad una familia israelí y en el cual el pan pita, el hummus, el falafel, tahini y una variada lista de salsas y ensaladas, son los reyes de la mesa. Una experiencia imperdible para quienes embarcan con miras a realizar viajes llenos de sabores, texturas y formas, son los tours gastronómicos que ofrecen las agencias turísticas que operan en Israel. Estas te invitan a recorrer mercados y los restaurantes que se encuentran enclavados en estos y sus alrededores, esperando al comensal con sus irresistibles y vistosos platos minados de buen gusto.
Los aventureros de acción y corazón, también tienen espacio en la tierra prometida y uno muy bueno: el desierto y sus maravillas. Caminar por un área desértica, con altas temperaturas (las que predominan casi todo el año en zonas áridas), y al finaltener como recompensa todo un oasis a tus pies, es una experiencia que elParque Nacional Ein Gedi reserva para los más aventureros, a quienes espera en las proximidades del mar muerto (solo por citar un ejemplo).
Quienes se fascinan en la historia, pueden tener un encuentro interesante con esta. En todo Israel encontrarán lugares llenos de ella, sobre todo en aquellos de carácter arqueológico. La Vieja Jerusalén u Old City (como la nombran sus ciudadanos); tiene mucho de esos lugares, en su mayoría relacionados al nacimiento o inicios de las tres religiones predominantes. Masada, Nazaret, Acre y muchos otros sitios.