Iris Apfel

“Nunca me he sentido bonita y nunca he querido serlo. Cuando eres alguien como yo, para ser atractiva y llegar, tienes que desarrollar, aprender y hacer algo. Es entonces cuando te conviertes en una persona interesante y, al envejecer, te las arreglas con eso”.

l Excéntrica.

DISEÑADORA DE INTERIORES, MODELO SENIOR, ÍCONO DE LA MODA, COLECCIONISTA, ARTISTA, PROFESORA, ESTILISTA DE VITRINAS, ACTIVA MUJER DE NEGOCIOS E INSPIRACIÓN PARA LA HUMANIDAD.

Fotos: Monica Schipper, Desiree Navarro, Brian Ach, Michael Stewart y fuente externa.
Fotos: Monica Schipper, Desiree Navarro, Brian Ach,
Michael Stewart y fuente externa.

 “Empezando en la industria de la moda, Frieda Loehmann, fundadora de la famosa tienda por departamentos Loehmann’s, me llevó a un lado y me dijo: No eres bonita pero no importa, tienes algo mucho mejor: Tienes estilo”.

Ella no solo es la prueba viviente de que la relación que una mujer guarda con la moda no tiene nada que ver con la edad, sino que a sus 94 años continúa siendo uno de los grandes íconos de la industria.

Los collares sobre collares , las pulseras sobre pulseras y las grandes gafas ovaladas de marco negro conforman el 90 % del sello personal de Iris. La curiosidad, el buen sentido del humor, el amor por la vida y la energía justa para un día a día lleno de actividades y productividad, constituyen el 10 % restante.

Con una extendida hoja de vida que evidencian sus grandes aportes a la moda como coleccionista, profesora invitada para la Universidad de Texas en Austin, mentora, escritora, musa de marcas, modelo senior y protagonista de su propio documental, no queda dudas de que Iris Apfel es un ser humano muy especial. Sin embargo, su historia envuelve mucho más que eso.

Esta señora, de cabello blanco y exquisito gusto, creció en un ambiente familiar donde, siendo hija única, absorbió mucho de su entorno. Nació en Queens, Nueva York, el mismo año que Charles Chaplin estrenó su película “El chico”, en el 1921. De madre rusa y padre estadounidense, estuvo rodeada de un ambiente familiar bastante complejo, donde la moda, la decoración, el arte –sobre todo del buen vestir– y el espíritu trabajador siempre estuvieron presentes.

Sus abuelos eran colonos de Long Island City. Y es justo allí donde Apfel pasó gran parte de su infancia. En ese entonces no existía puente conector con Manhattan, así que contrataron un barco para transportarse a través del río, cruzar y comprar provisiones una vez por semana. Tenían una granja y vivieron de ella toda la vida.

Los padres de Apfel (Samuel y Sadye Barrel), en cambio, se dedicaron a otros negocios. Samuel era propietario de una tienda de espejos y cristales importados. Sadye, abogada, se inició en el mundo laboral como agente de Real Estate, pero al poco tiempo se dedicó a su “fashion boutique”, que según ha explicado Apfel, de todas sus profesiones, fue la que mejor reflejó su personalidad.

Composición: Milvery Marchena
Composición: Milvery Marchena

En múltiples ocasiones, Iris ha hablado sobre su madre. Dentro de las tantas descripciones, siempre resalta que tenía el aspecto de la duquesa de Windsor, tan bien arreglada en todo momento. También ha dicho que Sadye fue una mujer extremadamente glamurosa para quien el maquillaje y las joyas, especialmente las personalizadas o fuera de lo común, representaban una gran debilidad.

A pesar de que Apfel ha confesado ser mujer de usar poco maquillaje, definitivamente la pasión por coleccionar joyas fue heredada de su madre. Y es que a sus siete años, Iris ya estaba coleccionando bisutería de todo tipo; mientras más “raras”, mejor.

A la hora de elegir una carrera, optó por “Bellas Artes” en la Universidad de Nueva York (NYU). También asistió a la Escuela de Arte de la Universidad de Wisconsin.

Mientras estudiaba, trabajó en el legendario estudio de diseño de interiores de Elsie de Wolfe, así como el estilismo de las vitrinas de la tienda de su madre. Sin embargo, sus primeros pasos profesionales los dio en el mundo de la moda, trabajando para “Women’s Wear Daily”, una revista especializada en moda, también considerada, la gran biblia de la moda.

“Todas las cosas importantes que me han sucedido en la vida, me han pasado por accidente. Yo nunca tuve un plan de negocios, si pasa, pasa. Hay que estar abiertos y tomar ventajas de las cosas que te suceden en el momento. No tengo reglas, porque lo único que haría sería romperlas y sería una pérdida de tiempo”.

Foto: Fuente externa
Foto: Fuente externa

Iris también trabajó para Elinor Johnson, convirtiéndose en su aprendiz, en el área del diseño de interiores. Sin embargo, el punto de giro de su historia profesional, probablemente surgió como consecuencia de su matrimonio con Carl Apfel, un ejecutivo de publicidad, y el único y verdadero amor de la vida de Iris.

Tanto así, que su separación solo se produjo tras la muerte de Carl, a mediados del año pasado. La relación sumó 67 años de matrimonio. Nunca tuvieron hijos, porque según explicó Iris una vez, “en la vida no se puede tenerlo todo, nosotros le dimos prioridad a los negocios. Además, Carl era como un niño”.

Composición: Mílvery Marchena
Composición: Mílvery Marchena

Retomando el año de la unión matrimonial, 1948, no pasó mucho tiempo antes de que los entonces recién casados emprendieran su propio negocio. Lo llamaron: “Old World Weavers”, que se dedicó, inicialmente, a reproducir y restaurar telas de siglos pasados que ya no se encontraban en el mercado.

El negocio se expandió a museos, entre ellos el “Metropolitan Museum of Art”, en Nueva York, donde restauraron la tela y tejido de diversas colecciones. A los museos, le siguió la Casa Blanca, colaborando con la decoración para nueve presidentes desde el año 1948 hasta el 1992.

Esta empresa motivó a la pareja a visitar casi cada rincón del mundo, en busca de piezas únicas y diferentes para ornamentar los espacios de sus clientes. Esto también hizo que Iris retomara viejas “costumbres”: la de coleccionar. Y es que ahora no era solo bisutería, sino que se convirtió en una coleccionista tenaz de textiles que transformaba en prendas de vestir y joyería. Y fue entonces cuando su estilo, su manera de vestir, comenzó a llamar cada vez más la atención.

“A mí no me importa un comino ir a la fiesta, o estar en la fiesta, solo me importa vestirme para ella, y hay algo de poesía en eso. Sin embargo, no juzgo la manera de alguien vestirse, Es mejor estar feliz que estar bien vestido”.

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Mientras las damas de sociedad se vestían de pies a cabeza de diseñador, Iris combinaba tops de alta costura con pantalones inspirados en la vestimenta de la iglesia (artesanal) o jeans y accesorios tribales. Mezclaba piezas de diseñador con otras que encontraba en el “flea market” (mercado de rebajas), transformando la acción de vestirse en una manera improvisada de expresión artística.

Es por esto que no fue sorpresa que el estilo “irreverente” de Iris la llevara a convertirse en estrella geriátrica y artista en 2005, a sus 83 años, cuando el Metropolitan Museum of Art le pidió exponer toda su colección de ropa recolectada de todas partes del mundo.

La exhibición que llevó como nombre “Iris Apfel, Rare Bird Of Fashion (Iris Apfel, el Ave Excéntrica de la Moda)” fue curada por Stéphane Houy-Towner y gozó de gran éxito. Tanto así, que viajó por casi todo Estados Unidos.

Además de su faceta de artista, Iris ha sido modelo (la preferida del fotógrafo Bruce Weber), engalanando la portada de importantes revistas (la edición europea de Vogue, Harper’s Bazaar, PAPER) incluyendo la nuestra. También lanzó su propia línea de maquillaje con M.A.C Cosmetics y, a sus 90 años, exploró su faceta de maestra, como profesora invitada para la Universidad de Texas.

En esta última, a través de charlas inspiracionales y talleres, le transmite a sus estudiantes la pasión y conocimientos necesarios para triunfar en el mundo de la moda. Como si esto fuera poco, su activa presencia en la televisión y asesoría en el estilismo de vitrinas, ocupan una sección significativa de su agenda. Pero fue la grabación del documental sobre su vida: “Iris”, lo que le “robó” importantes páginas.

Composición: Mílvery Marchena
Composición: Mílvery Marchena

En este trabajo audiovisual de Albert Maysles, se muestra, entre otras cosas, cómo una mujer que cuenta su vida a través de las piezas que colecciona y guarda en sus múltiples armarios, ha decidido subastar gran parte de ellos, ahora que ya está lista para desprenderse emocionalmente, tal como una vez lo hizo su madre con las joyas.


CONFESIONES ÍNTIMAS

Nombre: Iris Apfel, de casada; Iris Barrel, de soltera.

Lugar de nacimiento: Queens, Nueva York.

Hermanos: Ninguno

Signo: Virgo

Fecha de nacimiento: 29 de agosto de 1921.

Algún acontecimiento histórico que contextualize sus años de infancia: La gran depresión del 1929, pero me sirvió para aprender a gastar el dinero sabiamente.

Alma Mater: Universidad de Nueva York (NYU).

Preparación Académica: Bellas Artes

Profesión: Mujer de negocios, coleccionista, artista, diseñadora de interiores, ícono y consultora de moda.

Pareja: Carl Apfel.

Años de matrimonio: 67.

Hijos: Ninguno

Su documental fue: El último trabajo de Albert Maysles.

Apodo dentro de la industria de la moda: Rare Bird of Fashion.

Alguna clave del éxito: Jamás tratar de ser alguien que no eres.

La moda es: Un producto muy serio que veces puede verse como algo muy tonto. Pero si realmente la estudias, te das cuenta de que es una reflexión de la política, de la vida social, de la economía, de la atmósfera.

¿Cuándo surge su interés por el arte y el estilo? Siempre lo tuve. Mi madre era una mujer muy bien vestida y teníamos una casa bellísima. Y mi padre trabajaba en el negocio de la importación y traía cosas hermosas de todas partes del mundo.

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Natalia Nachon
Natalia Nachon
Coordinadora Editorial de Ritmo Social, Editora de Ritmo Platinum y Columnista de moda y lujo en #PSITSFANCY.
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