Fotos: Fuente externa
Inglaterra suele ser la cuna de los palacios reales más hermosos del mundo por la majestuosidad que caracterizan sus detalles arquitectónicos y elementos decorativos que embellecen los espacios que lo albergan. Es tradicional que en estos palacetes se celebren fastuosas fiestas en las que se reúnen monarcas de distintas naciones a disfrutar de los encantos y beneficios de la realeza.
Pero no solo festejos se hacen en estas fortalezas, ya que también sirven para la realización de reuniones de emergencia en los que se toman decisiones importantísimas sobre el futuro de la monarquía y del Estado. Aunque no debemos olvidar que, además, idílicas historias de amor se viven entre la magia que imperan en estos opulentos castillos.
Hay uno en especial que se destaca por las fuerzas sobrenaturales que habitan en sus interiores y les hablamos del Hampton Court Palace situado en las afueras de Londres, específicamente en Richmond Upon Thames, Surrey. Se ha dicho que en las noches, en especial, algunos fantasmas deambulan por sus rincones, algo terrorífico, pero que suena interesante a la vez.
Según las versiones, los espectros que tienen apariciones son el de Catherine Howard, quinta esposa de Enrique VIII, que ronda la Galería Encantada, lugar en el que fue encerrada acusada de adulterio. The Grey Lady, una sirvienta del palacio que falleció de varicela y que se manifiesta por varias partes del edificio, o el más reciente “Skeletor”, figura captada por una cámara del circuito cerrado de televisión del palacio en el 2003.
Historia
Esta proeza arquitectónica era, originalmente, una mansión propiedad de Lord Chamberlain, quien la había adquirido en 1494. Tras la muerte de Chamberlain, fue comprada por el Cardenal Wolsey, que la convirtió en un palacio, agregando cámaras de vigilancia, tres apartamentos para la familia real y una fascinante capilla de dos plantas.
Al momento en que Wolsey cayó en bancarrota, automáticamente Hampton Court pasó a manos de Enrique VIII, el encargado de impregnarle un estilo más sofisticado y moderno. En tanto que, las demás remodelaciones se efectuaron por William III y George I, aunque el verdadero florecimiento fue durante el reinado de George II y la reina Caroline.
La última ocasión en que la familia real utilizó el palacio fue en 1737. Su interior sufrió atípicas modificaciones con la adición desordenada de departamentos, hasta transfigurarse en una especie de laberinto de salas y escaleras. Siendo en 1838 el reinado de Victoria, se implementaron una serie de trabajos destinados a restaurar el brillo de Hampton Court, que fue abierto al público
Atractivos
La Galería de arte Cumberland, con obras de Rembrandt, Van Dyck, Canaletto, Holbein y otros artistas.
La Capilla Real, de suntuosa decoración, utilizada de forma ininterrumpida durante más de 450 años.
Las cocinas de Enrique VIII, en las que se preparaban dos comidas al día para unas 600 personas.
El Laberinto, diseñado por George London alrededor del 1700. Es famoso por su intrincado diseño y la dificultad para encontrar la salida.
Los jardines, divididos en un parque de 304 hectáreas y el Jardín Formal, de 26 hectáreas.