El príncipe Guillermo y Harry se encuentran en la mira de los medios británicos por el manejo de la fundación que ambos presidían. Recordemos que en el momento en que Harry y Meghan se separaron de la Royal Foundation, se les otorgó una subvención de 145.000 libras para lanzar la Sussex Royal, además de otra cantidad similar para el desarrollo del proyecto de turismo sostenible del príncipe, Travalyst.
Está subvención es la razón por la cual Guillermo y Harry han sido denunciados ante la Comisión de Caridad, un organismo que regula las organizaciones benéficas de Inglaterra y Gales, por Graham Smith, CEO de Republic, una organización activista que pide la abolición de la monarquía y un jefe de Estado elegido democráticamente.
La organización explica que este movimiento de fondos podría ser ilegal. A continuación les mostramos la denuncia:
«Estas dos organizaciones benéficas parecen estar incumpliendo las pautas relativas al uso adecuado de los fondos de caridad y pueden estar incumpliendo su deber de actuar de manera independiente y exclusivamente en interés de sus objetivos. La Fundación Real otorgó una subvención de £ 145,000 a Sussex Royal y £ 144,901 a una organización no benéfica (Travalyst). En ambos casos parece que la única razón para la decisión fue la relación personal entre dos patrocinadores, el duque de Sussex y el duque de Cambridge, […] el objetivo principal de las subvenciones parece ser apoyar al hermano de un patrocinador en lugar de los objetivos de la Fundación Real (en primera instancia) y apoyar el propio proyecto favorito del administrador (en segunda instancia). Le pediría que investigue a ambas organizaciones benéficas por uso inapropiado de fondos de caridad, conflictos de intereses y falta de independencia«.
La Sussex Royal ya no funciona, pero Meghan y Harry trabajan ahora bajo el paraguas de Travalyst, que Graham Smith define como no benéfica, sino empresarial. La acusación indica que ellos se quedaron con 300.000 libras.
