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Fe María Franco de Aja: «Entré al mundo de la hotelería por amor»

Fe María Franco de Aja: «Entré al mundo de la hotelería por amor»

EN PORTADA.

Fe María Franco de Aja

«Entré al mundo de la hotelería por amor»

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Damos la bienvenida a la Navidad con esta gran dama de nuestra sociedad. Dueña de un carisma excepcional, los valores inculcados por su familia de origen son su mejor carta de presentación.
entrevista Ricardo Pichardo Viñas fotos Robert Vásquez estilismo Eddy Gómez maquillaje Elis Mesa peluquería Elvira Sepúlveda vestuario Luis Domínguez, Giannina Azar y Tienda Mima accesorios Teté Store, Swarovski y Giannina Azar Concept Store locación Hodelpa Nicolás de Ovando agradecimiento Anthuriana (flores de pascua)
Su nombre hace justicia al ser humano que habita en su piel. Carismática, honesta, responsable, son valores que la adornan, heredados de un legado de generaciones donde las buenas costumbres son ley. No es necesario pasar mucho tiempo con ella para advertir de inmediato que es una persona auténtica. Irradia luz, destila paz y le ofrece acogida a su interlocutor sin esfuerzo.
Leal a sus raíces, ha repetido la pauta en la hermosa familia formada con el empresario cubano Edmundo Aja, a quien le unen más de 25 años de un matrimonio que ha sabido respetar sus individualidades y sumar sus fortalezas. Juntos han emprendido un camino lleno de sueños cumplidos, realizaciones, planes y proyectos que se materializan como resultado de la sinergia poderosa que han creado al punto de que hoy día constituyen la empresa hotelera con más presencia en la geografía nacional, ya que cuentan con propiedades en Punta Cana, Juan Dolio, Santo Domingo (polígono central), Ciudad Colonial, Santiago y Puerto Plata. Sus hijas, Nicole y Jessica, son su mayor tesoro, y también están involucradas en los negocios, aportando en diferentes áreas de acuerdo a sus estudios y capacidades.
Su rol de empresaria, esposa y madre abnegada no es óbice para dejar salir su alma bohemia, amistosa y alegre. Es una mujer de muchas pasiones, todas las definen y la hacen una persona feliz y plena en todo lo que decide emprender.

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RS: Usted viene de una familia con muchos valores y principios, ¿cómo son los Franco?
FMFA: Esta pregunta me emociona. Me llena de orgullo y satisfacción hablar de mis progenitores y de mi familia. Creo que es el mejor regalo que puede darse a los hijos y a toda la descendencia. Poder mirar de dónde venimos con la alegría que solo el honor puede dar. Hoy cuando los hermanos, primos y sobrinos nos reunimos en actividades familiares, veo un denominador común: personas decentes, cultivadas intelectualmente, trabajadores incansables y excelentes padres. Esto no es fortuito. Descendemos de una estirpe de gente muy seria, trabajadora y formal, que inculcó por las buenas y por las malas –si era necesario– estos mismos valores a sus hijos y nietos.
En mi caso y el de mis hermanos, tuvimos la dicha de tener a nuestra madre presente durante las distintas etapas de nuestro desarrollo. Entregada en cuerpo y alma a cuidarnos y guiarnos. Aunque en sus años de actividad productiva fue comerciante, sus negocios los manejaba desde la casa para vigilar que hiciéramos las tareas, asistiéramos a todos los cursos en los que nos inscribía, chequear con quién nos juntábamos; que mi hermano, siempre delgadito, comiera bien, etc. Cuentista, bailadora, cantante, bromista; de ella heredamos mi hermana menor y yo el entusiasmo por la vida, la energía y la capacidad de disfrutarlo todo.
Mi padre, dulzura personificada, fue la miel de nuestra vida. Llegaba al final del día; siempre con algún cariñito para todos a llenarnos de besos y cariño. Hacía negocios con tabaqueros y cafetaleros, lo que le llevaba a recorrer toda la zona rural del Cibao Central. Esperábamos siempre con ansias ver qué llegaba en esas “funditas” que siempre traía en las manos a su regreso. Casi siempre frutas, dulces y productos típicos de la región en donde estuviera. Era el hombre más amoroso del mundo. Pero igualmente superestricto. Los valores universales que tanto defendía eran innegociables y nos fulminaba con la mirada o nos castigaba si fallábamos en ese sentido.

«Entré al mundo de la hotelería por amor. Esta fue una visión de mi esposo, Edmundo, pues necesitaba a alguien como yo en esta etapa que iniciaba con el Hodelpa Gran Almirante de Santiago”.

RS: ¿Cuáles son las lecciones de vida recibidas que más atesora de sus padres?
FMFA: La laboriosidad. Holgazanear y perder tiempo no se concebía en mi casa. Siempre todos debíamos estar haciendo algo productivo. Teníamos horas designadas para estudiar, para hacer labores del hogar, para ver televisión, para hacer deportes… La expresión “estoy aburrido” simplemente no existía, pues si alguien se equivocaba y la pronunciaba, inmediatamente aparecía un clóset que organizar, un librero para despolvar, etc. “Porque solo los vagos se aburren”, aún dice mi madre. Asimismo la decencia y honestidad. La espiritualidad. La solidaridad. Mis padres siempre se las arreglaban para identificar quiénes en la comunidad o en la familia necesitaban ayuda material, emocional o espiritual y allí llegaban como soldados de amor. La lección que más valoro de todas las que me inculcaron fue el respeto a la palabra empeñada. Mi padre, por ejemplo, siempre decía. “Si diste tu palabra, la cumples… aunque te perjudiques. Para que cuando alguien señale que eso lo dijo o lo ofreció uno de nosotros, todos los demás le dirán: Créelo porque esa gente es muy seria y de palabra”. Ese mismo sermón lo escuchamos centenares de veces mientras crecíamos.
RS: ¿Cómo se inicia en el mundo de la hotelería?
FMFA: Entré al mundo de la hotelería por amor. Esta fue una visión de mi esposo, Edmundo, quien por años se había destacado en el mundo de bienes raíces, como constructor y promotor de proyectos. Siempre hemos admirado y respetado nuestras capacidades. Me pidió que le acompañara en este giro de actividad, pues necesitaba a alguien como yo en esta etapa que iniciaba con el Hodelpa Gran Almirante de Santiago. Acepté el reto y, desde entonces, trabajamos juntos.
RS: Usted es directora de imagen institucional de Hodelpa Hotels, ¿cuáles son las principales responsabilidades que acarrea este puesto?
FMFA: Con el invaluable apoyo de los Departamentos de Mercadeo, Medios y Relaciones Públicas, dirigimos las acciones de comunicación, difusión, posicionamiento institucional, protocolo y relaciones de la empresa. Supervisamos diseños, impresos, campañas y spots publicitarios. Igualmente, todas las acciones de interactividad en la web y en las redes sociales, relaciones con los medios de comunicación, etc. Y aunque es esa mi posición “oficial”, es inevitable que intervenga en prácticamente todas las áreas de la empresa. La parte que más me llena de satisfacción, es aquella que envuelve días de análisis y lluvias de ideas junto a Edmundo en la planificación de estrategias, expansiones, nuevos proyectos, etc. La comparo a esa sensación de un padre y una madre tomando decisiones sobre el futuro de sus hijos.

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RS: Hay un saludo muy peculiar implementado por el personal de los hoteles Hodelpa y es el de saludarse con la mano en el corazón. ¿Nos gustaría saber en qué consiste este saludo y qué quieren lograr con el mismo?
FMFA: En Hodelpa tenemos una filosofía de trabajo basada en el amor. Amamos servir a nuestros huéspedes. Sorprenderlos, provocar sus sonrisas. Llegar a su corazón. Capacitamos permanentemente a nuestro personal para lograrlo. Esto ha conformado una personalidad Hodelpa que nos distingue de las demás cadenas.
Así por ejemplo nuestra filosofía GEMA significa Generar Experiencias Memorables con Amor. Si le preguntas a una ama de llaves o a un Gerente cuál es su rol en la empresa, te responderá: “Genero experiencias memorables con amor desde el Departamento tal”. Es una filosofía de vida. Premiamos cada mes a los empleados más destacados implementándola en su área. Nuestro saludo es parte de esta expresión de servicio. Con la mano derecha nos tocamos el corazón, mirando a nuestro visitante, mientras le saludamos ¡Hola, señor! Este es el saludo Hodelpa y nos encanta la reacción que provocamos con él en nuestros huéspedes.

“Con la mano derecha nos tocamos el corazón, mirando a nuestro visitante, mientras le saludamos». 

RS: ¿Cómo fue el proceso de adaptación a Santo Domingo, luego de haber nacido y crecido en Santiago de los Caballeros donde las tradiciones son distintas en todos los sentidos?
FMFA: En el 1996 decidimos trasladar la oficina corporativa de Santiago a Santo Domingo. Crecíamos mucho en Bávaro y los viajes del Cibao al Este tomaban entonces 7 horas. La capital era un lugar intermedio. Teníamos que hacerlo por logística. Para mí fue muy, muy difícil. El primer año lo pasé llorando y sudando. La humedad de la costa golpea duro a los que venimos de valles o montañas. El cuerpo debe adaptarse, y en el proceso se sufre.
Me hería la forma en que me hablaban en los establecimientos comerciales. Sentía que todos me gritaban y peleaban. Nadie me hablaba con el cariño y la dulzura a la que estaba acostumbrada. Asumía que, en las intersecciones; mientras manejaba, “los caballeros” me cederían el paso como lo hacían en Santiago. En su lugar, recibía todo tipo de improperios y señas obscenas cuando avanzaba primero que ellos y casi me chocaban. Extrañaba mucho la calidez y la cercanía con la que nos tratamos en los pueblos. Y eso era Santiago cuando salí hace más de 20 años, un pueblo donde todos nos conocíamos. Cada lugar al que llegaba se convertía en un encuentro de amigos y parientes. Aquí me sentía sola, desarraigada. Pero el tiempo todo lo cura. Poco a poco fui haciendo amigas en el Maternal de las niñas. Me fui integrando a las diferentes actividades alrededor de ellas y la tristeza desapareció. Con el paso de los años, amé a Santo Domingo y Santo Domingo me ha amado a mí.

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RS: Ustedes han adquirido una importantísima propiedad en la Ciudad Colonial como lo es el Hodelpa Nicolás de Ovando. ¿Qué ha significado este hotel de manera específica para ustedes y de qué manera están cuidando ese tesoro que no tiene precio por su valor histórico?
FMFA: Siendo la cadena hotelera nacional con mayor presencia en el país, incorporar esta joya histórica a nuestra cadena ha sido un significativo trofeo a la dominicanidad. Nadie puede valorar el significado de estos muros, arcadas, fuentes y patios interiores como un dominicano. Recorrer el Hodelpa Nicolás de Ovando es hacer un viaje de 500 años hacia el pasado. Siendo el hogar del primer Gobernador de América, en sus salones se tomaron decisiones que cambiaron la historia del resto de América. Yo me emociono hasta los tuétanos cuando me corresponde hacer el tour histórico de nuestras instalaciones y comprobar la admiración reverente de nuestros visitantes nacionales y extranjeros cuando conocen la historia de este emblemático palacete. Desde que asumimos este proyecto, hemos ido remozando con gran respeto y cuidado las áreas que así lo necesitaban, recuperando su esplendor sin alterar su esencia. Hoy día este es nuestro hotel más importante en la ciudad de Santo Domingo.
RS: Usted se ha declarado “zonera de corazón”. ¿Qué ha descubierto en nuestra Ciudad Colonial que la tiene tan entusiasmada?
FMFA: Siendo santiaguera, la Ciudad Colonial no fue parte de mi cultura geográfica ni de mis vivencias, por lo tanto, me había perdido por décadas de este maravilloso tesoro. Sin embargo, desde que empezamos a visitar el área por diferentes motivos, cada vez más nos enamorábamos de su encanto, de sus casonas, sus callejuelas, su actividad cultural y gastronómica. Un buen día me di cuenta de que mi restaurant favorito estaba en la Zona, mi teatro favorito, mi lugar de baile favorito, mis tienditas y galerías, etc. A muchos amigos les ha atrapado esa misma magia, de tal manera, que han establecido en la Ciudad Colonial sus residencias. Y es que aquí todo es distinto. Los vecinos viven en forma diferente, más relajados, más confiados, más cercanos, más seguros. ¡Hasta los colmados de la zona son distintos! Hoy, sin lugar a dudas, mi corazón se divide entre Santiago y la Ciudad Colonial.

«Respetamos y valoramos a nuestra gente porque ellos son nuestro principal activo».

RS: Cualquiera pudiera pensar que no es conveniente trabajar el día completo con la pareja, sin embargo, usted y su esposo han hecho una buena alianza en el trabajo sin que esto conlleve mayores inconvenientes. ¿Cómo ha sido esa dinámica?
FMFA: Nuestra clave ha sido “Juntos, pero no revueltos”. Edmundo y yo trabajamos áreas muy distintas. La mayoría de las veces debo preguntarle a su asistente si se encuentra en la empresa, pues estamos tan envueltos en nuestros campos, que apenas nos vemos mientras estamos en la oficina. Lo interesante es que ahora también nuestras hijas están en la empresa. En el mismo edificio. Con ellas pasa exactamente lo mismo. Todos enfocados en nuestros distintos roles, coincidimos solo en reuniones puntuales y en la mejor hora: el almuerzo. Almorzamos los cuatro en la oficina y en esa mesa compartimos un tiempo precioso en familia.

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RS: Dicen que llegar a la meta cuesta, pero mantenerse cuesta más. ¿Cuáles criterios entiende usted que han sido las claves del éxito para que ustedes hayan permanecido durante tanto tiempo como una excelente opción en el mercado y como si fuera poco, aún siguen creciendo…?
FMFA: Creo que varios factores nos han favorecido. La estabilidad de nuestro país es uno de ellos. Si vemos a nuestro alrededor, lo que está ocurriendo en otros países latinoamericanos, podemos considerarnos muy afortunados. Así mismo la lealtad y la identificación de nuestro personal con la empresa. En varias oportunidades hemos sido galardonados entre las mejores empresas para trabajar en el país. Propiciamos un clima laboral que nos ha convertido en una gran familia.
Respetamos y valoramos a nuestra gente porque ellos son nuestro principal activo. Contamos con un gran porcentaje de empleados que laboran con nosotros desde hace más de 15 años y aseguran que no tienen la menor intención de irse, pues Hodelpa es su casa. Creo que también hay que mencionar la visión, perseverancia y liderazgo del presidente de la empresa y, por supuesto, el respaldo y la confianza de nuestros socios, quienes siempre apoyan nuestras iniciativas.
Por último y no menos importante, la filosofía de servicios Hodelpa ha sido elemento fundamental de nuestro éxito. Hoteles hay muchos en el país. Todos ofrecen cama, comida, y los servicios tradicionales de la hotelería mundial. La diferencia entonces reside en la manera de servir. En la forma en que hacemos sentir a aquellos que nos honran escogiéndonos entre los demás.
RS: Usted también es psicóloga de profesión… ¿qué le motivó a estudiar esta carrera y de qué manera le sirve para su día a día?
FMFA: La carrera de Psicología era un tema pendiente en mi vida. Era mi sueño desde niña. Yo vivía en Santiago y la universidad que la ofrecía estaba en Santo Domingo. Ningún argumento pudo convencer a mis padres de que me dieran permiso de irme a la capital a estudiar. Su niña debía permanecer al lado de ellos hasta que fuera profesional. Y aunque estudié y trabajé siempre en áreas administrativas y gerenciales, ese sueño seguía latente dentro de mí.
Las responsabilidades de trabajo y criar dos niñas pequeñas no me permitieron lograrlo antes. Una querida amiga santiaguera, ya abuela, tenía una historia parecida a la mía. Entonces, un día se atrevió. Se inscribió en una universidad para adultos y la vi feliz lograr su título de Psicóloga Clínica. Ella fue mi inspiración. Seguí sus pasos y regresé a las aulas universitarias. Mi familia me apoyó de forma invaluable con muchísima paciencia, pues las horas de estudios, prácticas e investigaciones eran interminables. Finalmente, logré cerrar el círculo; con tanta pasión y alegría, que me gradué Summa Cum Laude. Valoro la oportunidad que tenemos de acompañar a otros en la sanación y reconstrucción de sus vidas, cambiando su perspectiva de sí mismo, de las relaciones y de los demás al transformar sus sistemas de creencias. En los barrios de la parte norte de la capital, he podido apoyar a muchas personas, parejas y familias. Esos largos abrazos después de nuestras sesiones son el momento más hermoso de estas experiencias.
RS: Cuando no está trabajando ¿dónde la pueden encontrar,  qué disfruta hacer?
FMFA: En la ciudad me encontrarás compartiendo con mis amigas.  Tengo la dicha de contar con decenas de amigas maravillosas a las que adoro y nos divertimos un montón como niñas de colegio. Así mismo compartimos juntas las tristezas, los retos y los logros Me verás igualmente cantando o bailando; sobre todo salsa.  Gran dicha estar casada con un cubano, salsero igual que yo. Puedo igualmente pasar horas arreglando mi jardín, haciendo arreglos florales, escribiendo, viendo cine independiente o compartiendo con mis hijas.Fuera de la ciudad, búscame en la montaña más alta y fría de nuestra media isla, con buena música, un buen libro, un gato en mi regazo y una copa de vino.
RS: Su nombre evoca esperanza y fe, ¿qué lugar ocupa Dios en su vida? 
FMFA: Él es el maravilloso manto de amor que cubre mi vida en todas sus facetas.

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RS: ¿Qué mensaje les daría a los lectores de Ritmo Social para esta Navidad y Año Nuevo?
FMFA: Les invito a que, en este tiempo del año, tan significativo para los cristianos; se conecten con los sentimientos más puros de su corazón y los transmitan a quienes les rodean. El final del año completa un círculo. El nuevo año abre puertas. Y aunque no es necesario esperar estas fechas para tomar decisiones importantes, es un pretexto perfecto para concluir capítulos de la vida que deben cerrarse. Igualmente podemos tomar la decisión de emprender nuevos proyectos, atrevernos a realizar eso que hace tiempo nos da vueltas en la cabeza y en el alma. De reconectarnos con lo divino y los afectos más importantes de nuestra vida. Es mi deseo para todos que disfrutemos de un tiempo hermoso en familia y que el amor y esperanza simbolizados en el niño Jesús renazca en nuestros corazones.

CONFESIONES ÍNTIMAS

Nombre completo: Fe María Isabel Franco Veras (un nombre más cibaeño que Las Águilas)
No puedo vivir sin: Café y sin víveres
Me gusta: El frío
No tolero: Las murmuraciones y la traición
Me encanta: Cantar, bailar salsa, estar en la montaña
Una ciudad en el mundo: New York en otoño con Edmundo
Mis hijas son: Las que me enseñaron a experimentar el amor sublime. Mi mayor tesoro
A Dios le pido: Que proteja a los que amo de todo mal
A mi país le falta: Educación
Un libro: Del Tener al Ser de Erich Fromm
Una frase que me da ánimo: La felicidad de mi vida depende de la calidad de mis pensamientos
Sueño con: Retirarme en las montañas
Mi familia es: Mi columna. Mi razón de existir