¿Alguna vez te has imaginado deleitar tu paladar en un restaurante que no existe en ningún lugar? Podría resultar una interrogante un poco ilusoria, pero la realidad es que según su ubicación geográfica, este espacio destinado a evocar y satisfacer los caprichos culinarios más exigentes de los que lo han visitado, se encuentra situado en una finca en Jämtland (Suecia), a unos 700 kilómetros al norte de Estocolmo, por lo que se considera una de las zonas menos pobladas del mundo, es decir, una zona inhóspita.
Desde que llegas experimentas un ritual sublime al darte la bienvenida un ambiente frío, mientras que, al ingresar al sitio te transportas a un mundo mágico ceñido por su sello tradicional que no permite influencia externa en ningún rincón de su estructura física.
Además, no creas que al visitarlo por primera vezpodrás elegir qué comer, ya que no ofrece menú, sino más bien, una selección de platos que resumen la esencia de la casa y la estación del año que está muy marcada por los sabores de la naturaleza que caracteriza la cocina nórdica clásica.
Entre sus recetas icónicas se encuentran: el corazón de vaca con médula y pétalos de flores, las vieiras cocinadas sobre ramas de enebro o las huevas de trucha salvaje servidas con sangre de cerdo seca, que podrán ser maridadas con su amplia gama de bebidas que ofrece a sus visitantes.
Un detalle a destacar es que solamente dieciséis comensales podrán gozar de una propuesta gastronómica nocturna, y sidesean hospedarse allá, al día siguiente se cautivarán con su desayuno y con el esplendor sinigual que porta su paisaje alejado de todo.