BITÁCORA.
La magia y la seducción forman parte del ADN de esta metrópolis, que envuelve con su aroma intenso a incienso a todo aquel que se embarca en visitar la cautivadora ciudad más grande de Turquía. Sus calles respiran el vestigio de épocas gloriosas y de diversas culturas que solo podrás descubrir en la bisagra de Europa y Asia.
El esplendor de sus minaretes y rascacielos nos transportan a la transformación que ha vivido durante tres de los imperios más poderosos de la historia: Bizantino, Romano y Otomano. La cadencia musical fluye en el aire al compás del ruido de sus calles y del cosmopolitismo que alberga la otra cara de la ciudad de las mil mezquitas.
Situada entre dos mares: el mar de Mármara y el mar Negro, confluyen entre sus 15 millones de habitantes dos mundos, el tradicional y el moderno, el cual se mezcla con una de las puestas de sol más impresionantes que podrás disfrutar desde el puente del Bósforo.
Conocida además como la ciudad de las mil y una noches, recorrer las mezquitas que forman parte del top tres de Estambul, conforman un viaje sensorial que todo turista debería conocer. Tres rincones con encanto, historia y arquitectura que reúnen a más del 90% de la población bajo una sola religión: la musulmana.
La mezquita del Sultán Ahmed o mezquita Azul, reconocida por sus más de 20,000 azulejos color azul hacen de esta una de las más majestuosas, seguida por la mezquita Santa Sofía, reconocida por sus grandes dimensiones y Süleyman, una de las más imponentes y mejor iluminadas en horas de la noche.
Su geografía ha hecho historia al igual que el Gran Bazar de Estambul, reconocido como uno de los más grandes del mundo y uno de los mejores para comprar. La conexión de la cultura oriental con la occidental podrás vivirla en otro de los bazares más antiguos e importantes, se trata del Bazar de las Especias, un verdadero éxtasis para los sentidos cargado de color y olor.
Tantos detalles la hacen única e imponente y es que, como dijo el emperador Napoleón, »Si la tierra fuera un solo estado, Estambul sería su capital».