Según ha informado la prensa británica, el príncipe Guillermo pasó la cuarentena en Anmer House, aislado de su familia y evitó informar de su contagio para no alarmar al país. En principio, ni Kate ni sus hijos se habrían contagiado. Según reveló la BBC y han publicado otros medios británicos, a falta de la confirmación del Palacio de Kensington que por el momento no ha negado las informaciones al respecto, el príncipe prefirió no contar lo que estaba sucediendo para no preocupar a nadie en plena pandemia.
Según la prensa británica, el duque de Cambridge sufrió problemas respiratorios en un momento en el que su país vivía, en la primera ola, días muy complicados por la pandemia. Prefirió, por ese motivo, mantenerse en casa -y los médicos así lo consideraron- y no contribuir con la revelación de su enfermedad a una alarma mayor. Según ha precisado The Sun, el príncipe solo se tomó siete días de descanso de videollamadas y mensajes. En concreto, entre el 9 y el 16 de abril. Aun así, su agenda de compromisos virtuales estuvo bastante llena con 14 citas a lo largo del mes de abril.
Justo en esos días el primer ministro británico Boris Johnson luchaba contra la infección en el hospital donde ingresó el día 5 de abril y salió el 12 tras unas jornadas en los que su salud pasó por momento muy delicados teniendo que ser trasladado incluso a la unidad de cuidados intensivos.
El positivo del príncipe Guillermo fue, por tanto, posterior al del príncipe Carlos sobre el que sí informó la Casa Real británica y el propio heredero de la corona. Estuvo confinado en su casa de Escocia, y aislado durante siete días de Camilla Parker. Aunque como él mismo dijo, el hijo de Isabel II de 71 años, “tuvo suerte” con la manifestación de la Covid, ya que a penas sufrió algunos síntomas de la enfermedad. Perdió el gusto y el olfato, algo que en junio aún no había recuperado.