Por más de cuatro siglos, artistas tanto norteamericanos como europeos, como Hendrick Avercamp, George Reid y Norman Rockwell, iniciaron a plasmar y a representar su arte sobre el golf mediante pinturas, fotografías, dibujos e incluso esculturas, en donde los detalles son la mayor fuente de expresión y belleza, lo que provoca nuevas sensaciones y perspectivas acerca de este deporte. Hoy en día estas obras son presentadas en museos y sitios dedicados al arte, como el High Museum of Art y las Galerías Nacionales de Escocia.
En la mayoría de los casos, los jugadores de este deporte no se dan cuenta que están posados sobre una digna obra de admiración, en donde la ciencia se entrelaza con el arte para lograr una perfecta armonía del paisaje y campo utilizado para el desarrollo del deporte. También detalles como los elementos que lo componen, desde la perfecta manipulación de los palos de golf, hasta la colocación y postura del jugador, lo que hace que recree un trazo limpio y una impecable trayectoria de la pelota hasta coronar el hoyo en donde termina el desarrollo de este acto, en donde el jugador es un medio para la creación de este arte.
