RITMO DEL ARTE.
Eilen Marmolejos Jorge
«Color, Sentimientos y Expresiones»
entrevista Mayra Pérez Castillo fotos Julio César Peña
Eilen es una mujer alegre, cualidad que se nota en cada obra de arte que crea. Sus mentores supieron hacer bien su trabajo; su madre, identificando en ella su atracción por las formas reforzó esos gustos inscribiéndola en verano en la Escuela Guillo Pérez.
En la adolescencia, aún cautivada por el arte, se inscribe en el Instituto Superior de Bellas artes, que luego de un tiempo –por problemas políticos– fue cerrada. Entonces decide estudiar Publicidad y descubre un nuevo amor: la fotografía.
Comienza a trabajar con Luis Nova, un nuevo mentor, importante para su carrera y su vida misma, “él es como un segundo papá para mí”, una confesión que nos hace durante una conversación sostenida en su apartamento, donde se encuentra también su estudio.
Así va transcurriendo con normalidad el desarrollo de la prometedora carrera de la protagonista de esta historia, hasta que su voz interior le gritó su anhelo de volver a pintar, lo cual se fusionó con la curiosidad de explorar una nueva cultura. Entonces se va a Argentina. «Me encanta el arte, el vino y la carne… yo soy así… por lo que este sería un destino perfecto», comenta sentada en el balcón.
En Buenos Aires se abre a descubrir un renovado proceso y estilo artístico. Este cambio es el que la lleva con una nueva mentora: su profesora de pintura, a quien por medio año se esforzó en mostrarle que sabía pintar, pero aquella sabia mujer la detuvo de su afán y la guió hacia ella misma… «Sí, dominas la técnica, ahora muéstrame quién eres tú… quiero que tu alma me hable», una petición que condujo a la joven artista a preguntarse «¿quién tú eres?».
La respuesta fue un autorretrato lleno de color, sentimiento y energía; esa es su esencia, la misma que se encuentra en las aproximadamente 14 obras que se presentarán como parte de su primera colección individual, del 23 de agosto hasta el 6 de septiembre, en el atrio central de BlueMall.
Un elemento en común se aprecia en la propuesta a presentarse: pestañas extra largas, resaltadas en los rostros y los desnudos que tanto a la artista visual le gusta por ser parte de la creación divina que representa la perfección de la belleza, que trasciende más allá de lo que se puede ver, como la profundidad del alma.
Ninguna tiene desperdicio, especialmente su interactiva obra maestra que desde que se abrió la puerta nos llamó la atención, en ella nos sentamos para contemplarla. ¿Se atrevería usted a sentarse en la mesa los “Prejuicios”?
