Madre e hija comparten pasiones y emporio en el mundo de la moda y la belleza
texto Denisse Paradís fotos Samir Hussein y fuente externa
De forma simple, podemos describir a Cindy Crawford como la definición del término ‘supermodelo’. Está en la lista de las primeras modelos que lograron hacerse de un nombre en su época, y también en la cima de las mejor pagadas del mundo actualmente. Es una de las más reconocidas de la historia; y las campañas de moda, portadas de revistas y pasarelas de la década de los noventa están ahí para probarlo, ya que llevan impregnada su marca de una forma emblemática y muy especial.
Desde su debut en 1985 hasta su retiro en 2016, son incontables los que han seguido los pasos de esta hermosa mujer. De manera especial, su hija Kaia Gerber, quien comparte con Cindy la pasión por el modelaje y la moda.
Fruto de su matrimonio con el empresario Rande Gerber, muchos ven a Kaia como la reencarnación en vida de su madre. Fue precisamente en el 2016 cuando la joven de entonces 15 años protagonizó una serie de campañas publicitarias, y, tiempo después, hizo su primera aparición en la Semana de la Moda. Un par de años pasaron y ya estaba recibiendo el premio a Modelo del Año en los British Fashion Awards del 2018, año en que también se convirtió en la segunda modelo más joven en protagonizar la famosa lista The big 4 de Vogue, al aparecer en cuatro portadas de la revista simultáneamente.
Desde entonces madre e hija han trabajado juntas en varias campañas, llegando a aparecer cara a cara en distintas portadas y editoriales. Aparte de su innegable don, la muy preciada guía de Cindy por este mundo es lo que le ha servido a Kaia como empuje para forjar una trayectoria brillante, de la mano de grandes como Versace, Marc Jacobs, Valetino y Chanel.
Ambas tienen un innegable parecido físico, lo dan todo tras el lente y poseen una belleza y talentos cautivadores. Sin embargo, sus personalidades no son tan parecidas como lo son sus rostros. Durante una entrevista para el podcast de la actriz Ellen Pompeo, la misma Cindy habló de cómo Kaia siempre ha sido mucho más valiente que ella al perseguir sus sueños, contando que su hija está incursionado en el mundo de la actuación, un sueño que ella nunca se atrevió a perseguir.
En esa misma conversación, Cindy dejó claro lo mucho que admira la confianza de su hija. No se la atribuye a la crianza que le dio, pero si nos situamos en el contexto en el que Kaia creció, no nos caben dudas de que la ambición de la joven de 20 años, así como su habilidad de deslumbrar en cada escenario, son rasgos heredados. Ver a su madre comerse el mundo siendo ícono y referente de las más grandes pistas de modelaje y casas de moda es inspiración suficiente para querer pisar igual de fuerte.
