El Paris Fashion Week ha puesto cierre a su calendario de desfiles y que mejor lugar que el Museo del Louvre y la casa francesa de Louis Vuitton para este cierre. El lugar fue convertido en una nave especial, para mostrarnos una colección totalmente futurista de los oufits que se llevarán para la primavera-verano del 2019.
La firma que a través de los años se ha convertido en una de las favoritas de los millennials, presentó dentro de un circuito de túnel traslúcido con agua en el centro, el desfile que significa el último para el director creativo, Nicolas Ghesquiére.
El director creativo ha querido hacer un viaje en la historia de la marca para tocar la identidad de la casa. Flores con tecnicolor, tejidos metalizados y atuendos que evocan viajes espaciales, fueron los elegidos, dejando de lado por el momento la fiebre deportiva que ha mostrado últimamente la marca.
Otras firmas nos habían mostrado en este Paris Fashion Week sorprendentes escenografías, la Torre Eiffel en un paraíso tropical como propuesta de Saint Laurent, y una playa artificial con arena blanca en el Gran Palais, como propuesta de Chanel. Louis Vuitton no quiso quedarse atrás y nos llevó de viaje al mundo de la ciencia ficción.
Otro de los puntos que sorprendió en la presentación de esta colección, además de la estética inspirada en el espacio fueron los bolsos con siluetas ovaladas, sin dudas, en esta presentación la ambigüedad se hizo presente en las propuestas.