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Con el devenir del tiempo, el mundo ha ido evolucionando conforme a las nuevas herramientas tecnológicas que han redefinido los diversos ámbitos de la vida. Una de las áreas que se ha mantenido en constante transformación, debido a la creatividad a la que está sujeta de por sí su esencia, es la arquitectura.
El convencionalismo en este arte no tiene lugar y eso se nota, cuando se observan exquisitas obras arquitectónicas que rompen paradigmas e incluso van en contra de las reglas ya establecidas.
Un ejemplo de ello es la Casa Torcida o Crooked House, una atípica edificación posmodernista, que desafía los límites de la imaginación y que se ciñe a la distorsión de su forma, la cual no muestra líneas rectas, sino deformaciones de todo lo convencional, evocando al movimiento desconstructivismo (corriente que incluye ideas de fragmentación y procesos no lineales, es decir ‘caos controlado’).
Esta estructura se encuentra enclavada en la pequeña ciudad de Sopot en Polonia a orillas del mar Báltico. Su idealización fue llevada a cabo por Marcin Szancer y Per Dalhberg, pero su construcción fue materializada por el arquitecto polaco Szotvnscv Zaleski en 2004.
El edificio que es la mayor atracción turística de una de las arterias comerciales más importantes de la metrópoli, posee una superficie de alrededor de 400 metros cuadrados y alberga en su interior un centro comercial, un restaurante con terraza, una sala de juegos y la sede de Radio Muzyka Fakty FM.
El estilo decorativo de la casa combina un amplio juego de colores que lo diferencia de los demás establecimientos cercanos, ya que la rareza impregnada en los espacios que la conforman, la convierten en un tesoro arquitectónico que hace a un lado lo cotidiano, al presentar sus efigies curveadas.
No queda la menor duda de que estamos frente a una de las maravillas más impresionantes de la arquitectura moderna situada en Polonia.