La entrevista de Oprah Winfrey a los duques de Sussex, continúa levantando controversias. Buckingham envió un comunicado al respecto de sus declaraciones, donde señalaban que ‘toda la familia está entristecida’, además señalaron la intención de comenzar una investigación de carácter privado para conocer el alcance de estos hechos.
El primer royal en pronunciarse fue su hermano William. Y bajo la premisa de solucionar las disputas en la intimidad, como es bien conocido el proceder de la realeza, se suma, Carlos de Austria, nieto del último emperador de Austria y rey de Hungría y de Bohemia, y pretendiente al trono del desaparecido Imperio austrohúngaro y jefe de la Casa Imperial de Austria.
El diario austriaco ‘Kronenzeitung’ conversó con Carlos de Austria, quien apuntó que, ‘los dos están muy al final en la línea de sucesión, por lo que no desempeñan ningún papel en este aspecto´.
“Solo por ese motivo, una aparición con tanta difusión internacional me parece completamente inapropiada. Si hay problemas o discrepancias en la esfera privada, es más apropiado discutirlos y solucionarlos en la intimidad. Una aparición así es puro chisme y basura”, declaró al citado medio.
De la misma manera, Carlos de Habsburgo-Lorena también tachó de “prescindibles” las acusaciones de racismo por parte de la pareja, que no dudaron en declarar que les habían hecho sentir muy incómodos, no solo porque señalaran directamente a Meghan, también porque hacían referencia a su hijo Archie, quien todavía ni siquiera había nacido.