Fotografías: Silverio Vidal y Cortesía de Botániko
Parte de la cultura dominicana es la aspiración a la excelencia y la expectativa de los más altos estándares de calidad en todas las áreas que componen el arte de la dolce vita, y esto lo entienden a la perfección el equipo detrás de la nueva sensación de la ciudad de Santo Domingo: el lujoso restaurante Botániko; una propuesta gastronómica que a tan solo unos meses de haber abierto sus puertas, ofrece a los comensales una experiencia de clase mundial en el mismo corazón del Distrito Nacional.
Su concepto mezcla de forma magistral la belleza y el verdor de la naturaleza en un espacio destinado a degustar una gastronomía diversa, con un menú compuesto por platos internacionales preparados por las manos expertas de chefs experimentados en el buen arte del fine dining.
Una propuesta diferente e innovadora, de clase mundial y con gran influencia internacional. Desde Italia hasta Francia; de Alemania a Monte Carlo, Mónaco; todos estos destinos históricos han influenciado la creación de un espacio que evoca el amor por la naturaleza y lo mezcla con el lujo y el arte de vivir.
La innovación cobra nuevo significado en la preparación de sus platillos a base de carne, siendo la primera propuesta de su tipo en incluir la tecnología dry-aged para la maduración de sus carnes, llevando a la mesa los mejores platillos, más ricos en proteínas y con sabores más intensos.
Como restaurante, Botániko sigue los más exigentes estándares de calidad en la composición de sus espacios. Su mobiliario mezcla la comodidad con la elegancia del buen vivir, y sus puestas en la mesa han sido diseñadas para resaltar la belleza de la cocina gourmet que rinde homenaje a la influencia de la botánica en la gastronomía.
Un viaje sensorial para enamorar los sentidos. Esta vanguardista y exclusiva propuesta culinaria mezcla el refinado y exigente gusto criollo con la hospitalidad italiana para llevar a los comensales en un viaje memorable a través de los sabores y los sutiles matices de la alta cocina.
¡Y por supuesto que el toque dominicano no puede faltar! El espacio ha sido embellecido con exquisitas obras de arte; obras magistrales de la pintura resultado del ingenio del pintor dominicano Elvio Tolentino, un orgullo nacional que ha puesto en alto la bandera tricolor llevando su arte y su talento hasta el Carrusel del Louvre en la mítica ciudad europea de París.
