Fotos: Fuente externa
El negocio e inversión de los familiares del rey Juan Carlos, se ha desarrollado con éxito a lo largo de tiempo. El primer miembro de la dinastía en ser un hombre de negocios fue Alfonso XIII. Luego, la infanta Cristina, primera hija de los reyes de España, también creó una empresa. Y más adelante, la infanta Elena, se aventuró en el mundo empresarial.
Origen
El rey Juan Carlos es hijo de Juan de Borbón y nieto de Alfonso XIII. A pesar de que su padre nunca llegó a reinar, en el aspecto económico no le fue del todo mal, ya que dejó una gran fortuna.

El primero
Su abuelo, Alfonso XIII, participó en al menos 60 empresas relacionadas con la pesca, el vidrio, la automoción, las infraestructuras y la industria cinematográfica. El monarca, interesado en diversos campos, también probó suerte en la inmobiliaria, ya que llegó a construir un edificio en la Gran Vía de Madrid junto a viejos amigos de la aristocracia.
Los descendientes
Las hermanas de Felipe han sido las seguidoras de sus pasos y han realizado operaciones al margen de sus responsabilidades institucionales o sus trabajos oficiales.

La infanta Cristina
Fue la primera hija de los reyes de España en tener una empresa: Namasté S. L., fundada con su marido, Iñaki Urdangarin, en 2002 y de la que sus dos hijos, Juan y Pablo Nicolás, eran socios a pesar de contar con cuatro y tres años respectivamente. De Borbón invirtió 1.500 euros en la empresa de su marido y ganó más de medio millón.

La infanta Elena
Luego de adquirir la consultora Global Cinoscéfalos SL, la Casa Real confirmó que la Infanta Elena habría iniciado su proceso de disolución en 2008.
Esta entidad fue en su momento una empresa de consultoría e inversión, constituida como una sociedad limitada de 3.600 euros de capital, donde la Elena figuraba como socia única.