AVATARES Y LUNAS.
La voz de la autora: “En el tipo de familia matriarcal en la que yo nací y me crie, las mujeres estaban siempre solas. Decidían, ejecutaban, administraban; siempre solas. Cuando los maridos llegaban, eran reyezuelos que volvían a casa y a los que había que rendir honores, pero que no se molestaban por enterarse de lo cotidiano. Lo que ocurría, bueno o malo, pertenecía a las mujeres”.
Con esos antecedentes, esperaba que Todo esto te daré fuera por la misma línea, vamos, no era mucho pedir, pero la Redondo se destapa con una historia que es a la vez un thriller policíaco-novela negra-drama familiar-novela psicológica.
¿Me ha gustado? Pues sí. Es entretenidísima, diferente, una novela inesperada. ¿Los peros? Depende del gusto de cada quien…
Os cuento: Manuel, nuestro protagonista, es un escritor famoso, que una mañana despierta con la noticia de que su esposo, Álvaro, publicista exitoso, ha tenido un accidente de tránsito durante un viaje de negocios.
Un accidente en un lugar inesperado. Donde no se suponía que estuviese. Y ahí empieza el drama de Manuel para entender y asimilar lo sucedido. De la mano de Griñán, el notario de Álvaro, y de Nogueira, el policía retirado que insiste en investigar el accidente hasta el fondo, pasando por Herminia, la guardesa del pazo de la familia y por Lucas, el cura amigo de infancia de Álvaro, Manuel va descubriendo la “otra vida” de su esposo.
Pero al mismo tiempo, expone los pecados a que “obliga” la nobleza, hace un mea culpa de su propia indiferencia y participa en una investigación semi-amateur que, sin embargo, le permite, al final y luego de andar en círculos infinitos, llegar a la verdad. En el camino, Nogueira se revela como un personaje complejo e interesante, al igual que Lucas, Santiago el hermano de Álvaro y Catarina, su esposa.
Todo esto te daré, la bíblica frase, se hace realidad en boca del padre de Álvaro, pero también hace eco todo el tiempo, en la del propio Álvaro a Manuel.
La vendimia en los viñedos familiares en el peculiar terreno en terrazas de la Ribeira Sacra, musicaliza como brillante pastoral la segunda mitad del libro. Una novela llena de detalles que no os comentaré para no arruinaros la lectura, pero que la hacen ser, en conjunto, una sinfonía, un conglomerado de hechos y personajes que van gravitando en las vidas de los demás… a veces grave, otras adagio, y otras vivace o presto.
Lo mejor: el descubrimiento de la Ribeira Sacra. Definitivamente en mi bucket list.
“-Bueno, tú no tienes la culpa
…
-Sí que la tengo-le cortó Nogueira-. La tenemos todos los que pensamos así, como esos gilipollas
…Manuel asintió comprendiendo.
-Bueno, entonces sí la tienes- dijo muy serio.
–Lo siento- volvió a repetir el guardia-, no sé por qué las cosas son así, pero el caso es que así son-añadió Nogueira en el más puro estilo de filosofía alcohólica.
–Estás borracho-contestó Manuel, sonriendo.” DR
En proceso de lectura: La hija del tiempo de Josephine Tey, Viejo caserón de San Telmo de Gabriela Llanos y Felices los felices de Yasmina Reza.
EDITORIAL.
Lectora empedernida, librepensadora y en modo alguno erudita ni intelectual…
Twitter: @marina_osborne