Foto María Elena Moré
¿Cómo nace su vocación para la docencia en el ámbito creativo?
Como sucede a muchos, accidentalmente. Comencé asistiendo como jurado a una presentación de tesis en una escuela en Caracas, para sustituir a una amiga que no podía estar presente. De ahí, me vi comprometido a ser parte de la facultad de esa escuela, con un gran miedo por mi timidez y responsabilidad; a partir de ese momento, como dicen, lo demás es historia. Pero, aunque estas experiencias tienen un valor único en esta vocación que puedo llamar vida, Chavón ha sido realmente la institución que ha impulsado mi gran vocación por la enseñanza en el campo del diseño.
¿Qué usted considera que es indispensable en un buen diseño?
El proceso; el buen diseño no es el resultado final de ese afiche, campaña, prenda, joya, espacio, estrategia, aplicación, etc. El buen diseño será definido por el respeto a cada fase, a cada paso que es necesario analizar, sintetizar y aplicar para que el diseño impacte de manera efectiva. Hoy en día las técnicas pueden ser dominadas por profesionales formados en aspectos específicos y la diferencia de ese profesional con el diseñador es que este último tiene la capacidad de aplicar procesos que son necesarios para la efectividad y la definición de un buen diseño. Así que, definitivamente, lo indispensable en un buen diseño es el proceso.
¿Cuáles han sido los aportes más trascendentales de esta escuela de arte a la cultura dominicana?
Es un gran compromiso que tenga que ser yo el que conteste esta pregunta, pero entiendo que, después de casi cuatro décadas, Chavón ha definido la relación del arte y la industria a través del diseño. El diseño, de manera natural, tiene la capacidad de transformar, y eso hacen los chavoneros: transformar la industria haciendo que el diseño impacte la vida de muchos, tanto a nivel personal, profesional y humano. Hoy en día los chavoneros son parte de lo que se llama la economía naranja, que no es más que la definición del impacto de las empresas creativas en la economía de nuestros países, y eso podría ser entonces uno de nuestros aportes.
Valoración e inquietudes sobre el diseño gráfico en la República Dominicana.
El diseño gráfico es quizás hoy en día una de las áreas del diseño más versátil, fluida y demandante para un profesional. El diseño gráfico desarrolla y crea basado en procesos de comunicación, y hoy en día, debido a la diversidad de medios e inmediatez del mensaje, hace de este desarrollo profesional una actividad que se debe comparar con una gran montaña rusa. La tranquilidad para estos profesionales es que siempre tendremos la necesidad de comunicarnos de manera efectiva, así que los profesionales de la gráfica y la comunicación siempre estarán vigentes y serán parte clave de la sociedad y del espectro profesional.
¿Qué mensaje le daría a la nueva generación que tiene inclinación por el diseño en el país?
El diseño, al igual que muchas de las profesiones tradicionales, requiere de responsabilidad y compromiso, pero ofrece la satisfacción de que con nuestro trabajo (de diseñador) educamos, transformamos y hacemos mejor la vida de muchos. Ser diseñador es una gran responsabilidad y amerita compromiso, dedicación y mucho trabajo. Estudiar diseño es una gran oportunidad.
Adolfo Lucero. Reconocido diseñador gráfico venezolano, con más de dos décadas desempeñándose como maestro y vicerrector académico de la escuela de diseño Chavón. Se define como un apasionado del diseño en todas sus formas: los viajes, la comida, el cine y la música. considera que todos tenemos capacidades, o lo que llaman talento, que nos permiten crear y expresarnos a través de lo que hacemos, de una forma que tenga impacto en nuestro entorno y en nosotros mismos.
