PS. IT’S FANCY.
Texto: Natalia Nachón / Fotos: Fuente externa / Diseño print: Marcos Nova
Hoy colocamos bajo reflectores a una mujer en camino a convertirse en mito. La diosa de la biblia de la moda (Vogue), exitosa periodista y reconocida «Dama de Inglaterra»; la misma para quien ninguna de sus victorias significa mayor orgullo que el que representan Bee y Charles Shaffer: sus hijos.
Detrás de las gafas de sol y el corte bob que lleva desde los 15, se esconde una mujer con gran sentido del humor, una Anna muy cálida, que disfruta de la jardinería, el tenis y los tempranos despertares, esos que suceden para ella, a las 5:00 a. m.; sin importar fecha, clima ni estaciones.
Dice no haber sido buena estudiante y que se lo ha tratado de compensar con todo lo que hace en la vida. Su cotidiano está perfumado de osadía e irreverencia. Sin lugar a dudas, la misma fragancia que prefería en la adolescencia, cuando cambió los estudios en su natal Londres, por la vida glamurosa de los clubes donde compartía con celebridades y socialités.
Hija del filántropo editor del Evening Standard, periódico vespertino británico, Charles Wintour; sus escenarios y amistades siempre estuvieron en la cúspide de la pirámide social, y sus pasiones también se vieron impactadas por ello.
Con el objetivo de atraer a una lectoría más joven, su padre le consultaba con frecuencia, encontrando en ella, más que un punto de referencia, una periodista con futuro en pleno punto de cocción. Le apuntó en clases de moda, pero también las abandonó porque entendía que del tema se nacía sabiendo o no se sabía nada.
Trabajó en las secciones de moda de publicaciones como Harpers & Queen (la versión británica de Harper’s Bazaar) y Harper’s Bazaar US. De la segunda fue despedida, por no comprender el mercado norteamericano y según ha explicado en ocasiones, esa experiencia la hizo más fuerte porque le ayudó a comprender que los caminos hacia el éxito no son perfectos.
Igual, no es como que el suyo se viera afectado por mucho tiempo, fue solo cuestión de meses para haber sido contratada por Vogue Estados Unidos como directora creativa y, desde su ingreso hasta la fecha, también ejerce como editora.
Desde su primera portada en Vogue ha estado causando revuelo. De hecho, para la primera tirada, cuenta que le llamaron del equipo de impresión para confirmar que no había sido un error, mezclando alta costura con ropa de bajo presupuesto y cambiando las típicas modelos por socialités y celebridades.
Desde el 1988, cuando inició en Vogue, hasta la fecha conserva la misma silla en su oficina. Más que una ornamentación ha sido una compañera de sueños, ella le ha visto convertirse en la directora del MET Gala, donde recauda millones; lanzar el Consejo de Diseñadores de Moda Americanos para apoyar a nuevos talentos y siendo protagonista de historias que han ido igual al cine como a librerías.¿Recuerda a «El Diablo viste de Prada?
A pesar de su extenso listado de relaciones, no es de tener muchos amigos. Sin embargo Karl Lagerfeld y ella comparten un lazo especial; al igual que grandes diseñadores como Oscar de la Renta, primeras damas, comediantes y presidentes. De hecho, ha admitido que una de sus personas favoritas es el actor y comediante británico, James Corden.