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Militza Iankova: “No sé cuál sería el mejor momento para tocar, sólo sé que no hay uno malo”

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Militza Iankova: “No sé cuál sería el mejor momento para tocar, sólo sé que no hay uno malo”

VISIONARIO.

Militza Iankova

Virtuosa.

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“No sé cuál sería el mejor momento para tocar, sólo sé que no hay uno malo”

Entrevista Nathalie Hernández / fotos: Julio César Peña / locación y agradecimientos: Restaurante Bottega Fratelli
Su herencias es una de esas que ni se hurta, ni se disputan. Su talento para la música, se lo legaron los genes paternos. Su padre ignoraba haberle transmitido su destreza de extraer melodías únicas a los instrumentos pero, un buen día al llegar a casa encontró a su pequeña de tres años jugando y cantando el tema de una sinfonía que había escuchado en la casa.
Esto cambió el rumbo de una historia y con el acto, se percató del buen oído y la habilidad que tiene para esta arte Militza Iankova y de inmediato la condujo por el camino que él ya conocía a la perfección. Entonces, le regaló al mundo, en especial a la República Dominicana, una violinista excepcional.
Militza tenía seis años cuando ella y el pequeño instrumento de cuatro cuerdas y una viola, se convirtieron en inseparables, ella no se imagina la vida sin el… aunque amaba el piano.

“La música está en cada momento de nuestra vida en momentos tristes ,alegres o sólo para descansar y más aquí en este país que siempre está de fiesta”.

Siendo aun más joven, llega a Santo Domingo invitada por la presidenta de la Fundación Sinfonía, doña Margarita Copello y en su primer año, todas las semanas estaba haciendo maletas para regresar a su natal Rusia, cuenta entre risas. En ese entonces desconocía que había llegado para quedarse y deleitarnos con el sonido de su violín, desde la Orquesta Sinfónica Nacional, en donde funge como principal de segundos violines.
A Militza, también se la ve en importantes eventos, haciendo de estos momentos amenos, acompañada siempre de su violín transparente de luces, por el que la mayoría le reconoce y distingue. La historia de su insignia: “Un día me llamo una amiga que organiza eventos . Me pidió qué tocará en uno de esos, acompañada por un DJ. Fue algo nuevo para mí pero sin embargo me gustó.
Parece que al público también porque desde entonces no he parado de hacer esto. He grabado también música mía que sigo usando para los eventos en los que participó. En el primer evento usé mi violín  clásico. Sin embargo pensé que sería mucho más atractivo con un violín electrónico. Así que compré mi primer violín electrónico, que realmente no era nada bueno pero, encantó. Pienso que les gusta la idea de un instrumento clásico combinado con  música moderna. Así que seguí buscando y así compré mi primer violín transparente.

Así me conoce la gente «la chica con el violín transparente con luces»” explica.

Con sus acciones, esta virtuosa ha demostrado ser una artista visionaria, fuera del estereotipo al que se ajusta la mayoría de los músicos clásicos, quienes solo se les enseña música clásica. Militza también ha incursionado en lo popular no solo desde la sinfónica, sino que además ha sido parte de conciertos populares y de grabaciones que incluyen ritmos de dicha índole.