Su extensión territorial resulta pequeña, pero acogedora. Eslovenia, una nación de apenas 20,273 kilómetros cuadrados, ubicada en Europa Central, está cargada de mucho encanto en cada kilómetro. Recorrer sus distintas calles, por los 210 municipios que la componen, es sentirse parte de un filme de cuento de hadas. Sus bosques (es el tercer país más boscoso de Europa) hacen de ella el escenario perfecto, digno de las más románticas postales.
Eslovenia es dueña de lugares verdaderamente mágicos. El lago Bled es uno de ellos, y logra atraer las miradas hasta de quienes piensan haberlo visto todo. Su islote de escasos metros, que abraza a la iglesia Santa María de la Asunción, es un verdadero espectáculo natural. En conjunto con sus atractivos naturales y arquitectónicos, atrae su elevado nivel cultural, en todos los sentidos. Eslovenia es madre de grandes escritores, músicos, deportistas y pintores.
Esta fue la tierra que vio nacer al compositor renacentista Jacobus Gallus Carniollus, gran influyente de la música clásica de la Europa Central del siglo XX. En su capital y ciudad mayor, Liubliana, se localizan diversos museos y galerías artísticas, que en total suman 56 espacios llenos de cultura. Dentro de los más visitados están el Museo Nacional de Eslovenia y la Galería Nacional.
La Gruta Postojna, el Castillo de Predjama, las ciudades de Koper, Piran, Maribor e Izola, comprenden los principales atrayentes turísticos del país. Ahora es más conocida esta gran nación por ser la tierra de la nueva primera dama de Estados Unidos, Melania Trump.