DESDE MI ATANOR.
El arcoíris es un fenómeno fugaz, símbolo de belleza y esperanzas. Me indica que después de la tormenta viene la calma y con ello el orden. Me hace recordar que es un regalo que debo aprovechar al máximo, como todos los instantes que me ofrece el universo que, por ser fugaces, se convierten en mágicos.
Y así es la vida, fugaz, efímera… Si creamos conciencia y entendemos que nuestro paso por este plano de existencia es muy corto, haríamos nuestra estadía más eficiente, perderíamos menos tiempo en asuntos que no deben merecer nuestro esfuerzo y energía; comprenderíamos que parte de nuestra misión es reaprender a ser felices, redescubrir el amor, sentirlo, integrarlo y expresarlo.
En una de mis exposiciones, expresaba que no han de suceder cuestiones extraordinarias para que seamos felices, la felicidad no viene empacada en forma de persona o de algún elemento material, esta nos puede llegar a través de esas pequeñas cosas que nos suceden día a día, como fascinarnos y permitirnos sorprendernos con la magia de la naturaleza, decir “te amo” cuando lo siento, apoyar a un amigo, ser solidarios, liberar el temor a abrazar por miedo a la aproximación, descubrir la belleza en la sonrisa de un niño, instruirnos y disfrutar de las historias que narran nuestros ancianos, liberar la ansiedad y el estrés a través de lo simple, bailar, reír, conectar con la esencia de las personas, disfrutar mi tiempo conmigo a solas. Cuando aprendes a estar contigo y ser feliz, se activa el recuerdo de esa vivencia guardada en tu sistema, es entonces que estarás preparad@ para alcanzar la felicidad al lado de otra persona.
Tu paso por esta vida ha de ser grato y solo tú puedes lograr que así sea.
Todas las experiencias vividas, se presentarán ante ti cuando llegue el momento en que debas dejar este plano terrenal, cuando ya tu cuerpo físico no pueda hospedarte porque tu tránsito aquí ya se ha cumplido y has de regresar al plano de luz que corresponde, es entonces cuando se nos señala nuevamente la misión, a veces olvidada, que vinimos a cumplir… pareciera una gran pantalla ante nuestra mirada, donde veremos pasar cada uno de los momentos vividos: aciertos y desaciertos; todas las personas y/o circunstancias en que hemos hecho el bien o provocado daño… todo lo simple y transcendente, todo se desplegará ante tu mirada en ese instante final…
…Ese es el estado de agonía…
O puede no serlo… En el plano de la materia, el infierno y el paraíso son inexistentes… es un estado que estará determinado por la forma en que hayas conducido tu vida. Todas tus experiencias se agolpan una tras otra, destacándose aquellas que te marcaron; otras que no reconociste u omitiste y que formaban parte de tu misión en esta vida.
Si has llevado una vida equilibrada y en armonía, haces el bien, te rodeas de amor, tu paraíso será de paz y belleza. Si en cambio, eres una persona egoísta, sientes rabia, envidia y resquemor por el bien de los demás, haces daño, no respetas, tendrás como recompensa un estadio donde convivir con estos elementos indeseables que tú mismo prodigaste.
Si esta información ha llegado hasta ti, independientemente de tus aciertos y desaciertos, siempre habrá una oportunidad de resarcir, corregir y hacerlo diferente, con más conciencia y amor esta vez, de modo que estemos receptivos, atentos, para que se nos revele nuestro propósito o misión.
Recibimos regalos día a día, prestemos atención y apreciemos la magia manifiesta en cada instante, cuyo valor es incalculable…
Paz y bien, amor infinito.
EDITORIAL.
“…Al presenciar el arcoíris, siento fascinación y sorpresa, como si fuera la primera vez, cada vez…”
El arcoíris representa una belleza un tanto inexplicable: es físico y etéreo a la vez; podemos verlo, mas no tocarlo. Alrededor del mismo se cierne un misterio, motivo de fantásticas leyendas que, aunque gracias a la sabiduría e investigaciones realizadas por personajes como Newton y Descartes, podemos entender el concepto científico del mismo; no obstante, esa parte infantil que todos llevamos dentro, prefiere creer que lo que estamos viendo es parte de nuestro mundo de sueños y fantasías…